Los Danzantes de Ochagavía reciben la distinción de "Vecinos de Honor del Reyno"

José Javier Sagardoy, en representación de los Danzantes de Ochagavía, ha recibido de manos del director de Turismo, Carlos Erce, la distinción de "Vecinos de Honor del Reyno", por los méritos contraídos como embajadores de la riqueza cultural, histórica y patrimonial de Navarra.

El ciclo de las danzas de Ochagavía, uno de los más importantes del patrimonio coreográfico de Navarra, "se pierde en el fondo de los tiempos", destacan en un comunicado los organizadores del homenaje.

Aunque siempre se dice que los danzantes llevan trescientos años bailando delante de la Virgen de Muskilda, hay datos que sitúan algunos de sus números mucho más atrás en el tiempo.

Este corpus de danzas, compuesto por cuatro números de palos (katxutxa, danza, emperador y modorro), un paseo de castañuelas, la Pañuelo-dantza y la Jota ha llegado al siglo XXI "en perfecto estado de salud", sobre todo por "el tenaz empeño de los salacencos, y de los vecinos de Ochagavía en particular, por mantener este precioso legado cultural que les pertenece y del que se sienten más que orgullosos", subrayan.

Las danzas de Ochagavía se relacionan directamente con el culto a Muskilda, pero tienen muchos otros puntos de interés y muchas figuras en las que sustentarse, como el Mayordomo (que lleva la contabilidad y cuida el vestuario), la Serora (o encargada de cuidar la ermita), los danzantes que a lo largo de los siglos han protagonizado las coreografías y, sobre todo, el "Bobo", un personaje enigmático y bifronte que preside el cortejo, dirige las danzas y las ejecuta cuando le toca.

Desde 1977, este significativo papel recae en un danzante, carnicero de profesión y comprometido con la cultura de su tierra, José Javier Sagardoy, que es el "Bobo" por antonomasia de este grupo de danzantes.