El segundo sábado de septiembre está reservado para los dantzaris, y ayer, como dicta la tradición, la cita se celebró una vez más. La Cofradía de los Dantzaris de Igartza llevó a cabo su cita anual, en la que dantzaris de diversas generaciones contribuyeron a sumar un año más a esta tradición que enriquece la cultura vasca y local.
Por decimoctava vez, los dantzaris beasaindarras recorrieron las calles de la villa con sus trajes tradicionales y espadas en mano, desde el ayuntamiento hasta el Conjunto Monumental de Igartza. La localidad una vez más demostró su apoyo al evento, con un gran público presente en todo instante.
UN INICIO DIFERENTE
Como cada año, el acto comenzó a las 12.00 horas. Sin embargo, esta vez no se inició al son de las campanas del reloj de la Casa Consistorial, ya que el reloj dejó de funcionar horas antes del evento y no se pudo reparar a tiempo. A pesar de esto, el itinerario continuó sin contratiempos. Tras la entrega de la bandera de Beasain por parte de la alcaldesa Leire Artola, los dantzaris se dirigieron al Conjunto Monumental de Igartza. Luego de recorrer las principales calles de la villa en un desfile, acompañados en todo momento por músicos, llegaron a su destino final, donde interpretaron varios bailes tradicionales.
SARRIEGI, COFRADE DE HONOR
Ayer, el dantzari beasaindarra Mikel Sarriegi fue nombrado cofrade de honor de la Cofradía de Dantzaris de Igartza, en reconocimiento a su amplia y valiosa contribución a las danzas vascas. Cabe destacar que Sarriegi ha publicado recientemente el libro Gipuzkoako dantza-maisuen puntuak eta aldairak. Oinordetza ezkutua, al que ha dedicado 20 años de investigación.