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Los cinco grupos de danza de Getxo invitan a los vecinos a bailar en las plazas
La iniciativa Dantza plaza celebra el sábado una nueva edición en San Nicolás
“Todo el mundo acaba bailando”, celebra el presidente de Itxartu, Iñaki Zarraoa. Precisamente, esta agrupación es la encargada de coger la batuta de la próxima edición, que tendrá lugar este próximo sábado en la plaza San Nicolás de Algorta (desde las 20.00 horas). Estas sesiones se desarrollan una vez al mes y en cada ocasión es un grupo el que se encarga de la organización. “Es una fiesta popular, la gente va vestida de calle”, indica Zarraoa. Y es que Dantza plazano es un alarde de danzas en el que el público solo mira, es un escenario para que todos los pies se muevan. Nadie se queda quieto. “La valoración es muy positiva;yo, personalmente, he visto un incremento de gente”, sostiene José Antonio Sellán, Txato, presidente de Berantzagi. Estos compases empezaron hace un año aproximadamente. En abril de 2017 se dieron los primeros pasos de Dantza plaza y después el ritmo siguió en mayo y junio para realizar un parón estival hasta octubre, noviembre y diciembre. En este 2018, los grupos y vecinos getxotarras han comenzado a danzar ya en el mes de febrero y seguirán así hasta el descanso de verano, en el que los múltiples actos festivos toman el testigo, unas celebraciones, además, en las que las danzas vascas suelen tener siempre su privilegiado hueco. Después, en el último tramo del año, los dantzaris populares volverán a ocuparlas plazas.
Otro de los ingredientes que entran en juego en este proyecto es el de estrechar lazos entre las cinco agrupaciones de danzas vascas en Getxo, una relación que ya de por sí, “sin ser estrecha, es buena”, señala Zarraoa. De hecho, hay otros eventos en los que colaboran e, incluso, “si un grupo necesita vestidos o dantzaris, no hay problema en cedérselos”, agrega el presidente de Itxartu. Generalmente, es esta asociación la que pone la música en Dantza plazacon sus txistularis y trikitilaris y si hay algún problema, el Ayuntamiento asume la contratación de un grupo externo. Una vez, la melodía empieza a sonar, el cuerpo ya sigue el ritmo.
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