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Los bailarines reivindican su oficio y un espacio propio

demanda de un centro superior de estudios

La asociación vasca de danza busca un espacio propio y solicita desde hace años un centro superior de estudios
Egilea
Iñaki Mendizabal Elordi
Komunikabidea
Deia
Mota
Albistea
Data
2014/04/30
Lotura
Deia

LA cultura une. Un mensaje escueto y nítido. Una flecha al corazón de aquellos que renuncian a la importancia de construir y de construirse desde ese espacio caleidoscópico e insondable que es la cultura. Así de contundentes se mostraron ayer los responsables de la Asociación de Profesionales de la Danza del País Vasco (ADDE), que celebraron el Día Internacional de la Danza en el atrio de la AlhóndigaBilbao, para sorpresa de usuarios y visitantes. Miraban a los demás, pero también a sí mismos. "Reivindicamos nuestra profesión, porque esto es un oficio, pero aquí es muy difícil vivir de la danza y nos gustaría cambiar esa tendencia", clamaba la presidenta de la Asociación, Olatz de Andrés.

El programa ideado por ADDE arrancó con una flashmob a cámara lenta en la que bailarines y bailarinas se mezclaban con el público, invitándoles a participar. Los mayores no se arriesgaron, pero los más pequeños se lo pasaron bomba, restregándose contra el suelo o imitando el vuelo de aves exóticas. Acto seguido, los miembros de ADDE leyeron el manifiesto 2014, mensaje escrito para la ocasión por el bailarín y coreógrafo francés Mourad Merzouki. El coreógrafo animó a los profesionales de la danza a dedicar su vida a lo que aman, tomando como principal motivación la belleza de la propia danza y lo que les aporta a su vida. Y lo hizo dotando a sus palabras de un punto de insolencia necesario, dadas las circunstancias. "Impón tu suerte, encierra tu felicidad y ve hacia tu riesgo. Al mirarte, se acostumbrarán. ¡Inténtalo, equivócate y comienza de nuevo, pero sobre todo baila, jamás dejes de bailar!".

Tras la lectura del texto, los miembros de ADDE ofrecieron varias piezas de danza contemporánea de la muestra Dantzan Bilaka 2014, iniciativa respaldada por el Gobierno vasco. Izaskun Lapaza interpretó la pieza Ehundurak, una obra hipnótica con tintes étnicos, un ritual de los adentros que Lapaza resolvió luchando contra un viejo vestido que bien podría haber sido El Otro, denostado y zarandeado al principio, admitido y abrazado al final. María Martín y Judit Ruiz cerraron el desfile de bailarinas con To be continued, pieza fresca y audaz.

La jornada concluyó con una sesión de música y baile libre, pero esta vez sin cámara lenta. Esta vez todo aconteció al revés, y el baile fue al encuentro de los espectadores, porque esa es una de las propuestas de la Asociación de profesionales de la Danza del País Vasco. Su presidenta, Olatz de Andrés, apostaba ayer por sacar esta disciplina de los teatros e implantarla en los centros de enseñanza y, finalmente, en la calle. "Hay muchos trabajos que se están desarrollando ahora para crear nuevos públicos. Las compañías están desarrollando proyectos educativos a la par que sus proyectos artísticos. Hay estructuras como DantzaBis o Dan-tzagunea, que son plataformas de apoyo a la danza, y 2016, que ya están lanzando convocatorias para coreógrafos", detallaba.

Para De Andrés, uno de los grandes problemas de la disciplina es que "mucha gente va a ver danza para tratar de comprender lo que se hace ahí, pero igual no es tanto un tema de entender como de sentir, de emocionarse, de dejarse llevar. Van buscando algo narrativo y tampoco es eso. Falta conocimiento, educación y sensibilización".

ADDE cuenta con 31 compañías asociadas, no todas estables. "Es bastante para un territorio tan pequeño", se congratula la bailarina, que frunce el ceño cuando se le pregunta por la producción y difusión de sus trabajos: "Hay apoyos a la producción pero no a la difusión y a la distribución. Aquí, lo difícil es hacer visibles los trabajos. Hay pocas funciones y hay poco público, porque la gente no conoce el mundo de la danza".

escénica Es el proyecto que contempla un centro superior de artes escénicas para la Comunidad Autónoma Vasca. La idea viene de lejos pero se ha atascado en los despachos. "Se iba a poner en marcha en 2012, pero se dio marcha atrás por un recurso del Colegio Vasco-Navarro de Arquitectos", aclaraba ayer Gabriel Ocina, representante de ADDE, que, sin embargo, se mostró esperanzado: "El equipo de Cultura del Gobierno vasco está estudiándolo y este año hay una partida de 300.000 euros para Escénica, aunque aún no sabemos en qué momento se van a poner en práctica los estudios".

Izaskun Lapaza maravilló con la pieza 'Ehundurak'.

Izaskun Lapaza maravilló con la pieza 'Ehundurak'. (Foto: David de Haro)

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