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Los bailarines guipuzcoanos vuelven a casa

Komunikabidea
Gara
Tokia
Donostia
Mota
Albistea
Data
2006/01/03

Lucía Lacarra, bailarina principal de la Opera de Munich, Urtzi Aranburu, bailarín del Nederlands Dans Theater de Holanda, y Jone San Martín, primera bailarina de The Forsythe Company de Frankfurt, tienen en común ser guipuzcoanos y haber estudiado en el estudio de danza Thalia de Mentxu Medel. Los tres han vuelto a casa estos días para participar en la gala benéfica que tendrá lugar esta noche en el Auditorio del Kursaal, y ayer representaron en la Diputación Foral de Gipuzkoa, donde fueron recibidos oficialmente por Joxe Joan González de Txabarri, a los bailarines que han salido de la «fecunda escuela» de Mentxu Medel estos 25 años.

Así definió González de Txabarri el estudio de danza Thalia de la profesora donostiarra, por el que han pasado varias generaciones de bailarines guipuzcoanos que en muchos casos se han marchado al extranjero a terminar de estudiar, con las becas que ofrece la Diputación desde 1983, y para dedicarse profesionalmente a su pasión, la danza. Con motivo de las bodas de plata de la academia, la mayoría «ha vuelto a casa por Navidad», dijo el diputado, para conformar un «plantel espectacular de bailarines de casa».

Pasión por la danza

Los protagonistas estaban muy contentos de volver a reunirse y aprovecharon la ocasión para agradecer a su antigua profesora sus primeras lecciones. «No sólo nos dio la disciplina y el rigor que se necesita para bailar, sino sobre todo nos inculcó su pasión y el amor por la danza, por eso creo que hemos llegado tan lejos y tenemos esa pasión por seguir adelante y disfrutar de lo que estamos haciendo», explicó Lucía Lacarra. «Tenemos muchas ganas de bailar mañana (por hoy) ­aseguró Urtzi Aranburu­, y si estamos todos aquí, será por algo», añadió, refiriéndose a Mentxu Medel.

Jone San Martín destacó que es una profesora «muy especial. Me he dado cuenta, sobre todo al hablar con compañeros en el extranjero, de la suerte que he tenido de empezar con alguien que tiene los pies en la tierra», añadió. La bailarina explicó que en el mundo de la danza «hay mucho loco», pero que Medel es «muy equilibrada, con mucha pasión y disciplina, pero muy persona. Y eso te da una buena base para poder aguantar y aprender luego todo lo que cae».

Apoyo

Algunos, como ella, han conseguid triunfar y, desde su posición, destacó la importancia del apoyo a las siguientes generaciones. En este sentido, animó a la Diputación a que «sigan a los chiquitineso, que se ocupen de ellos como han hecho con nosotros, dándonos becas y ayudándonos a estudiar», dijo.

Y de cara al futuro, lo ideal sería que «ellos tengan al menos la opción de poder trabajar en Euskadi también, y que vengan del extranjero a trabajar aquí», dijo San Martín.

Una gala benefica muy especial

GARA

DONOSTIA

La gala de esta noche, cuya recaudación irá íntegramente al Hogar de Niños Santa Cruz de Bolivia, se compone de 20 piezas, repartidas en tres actos. En el escenario se irán sucediendo los bailarines, solos, en pareja o en grupo, en piezas de varios estilos ­clásico, neoclásico, contemporáneo, euskal dantza y claqué­.

Además de Lucía Lacarra, Urtzi Aranburu y Jone San Martín, participarán Iker Murillo, bailarín solista del Ballet de Zurich, Jon Vallejo, de la Compañía Nacional española de Danza 2, Edu Muruamendiaraz con su compañía Aukeran, y otros antiguos alumnos de Mentxu que hoy se dedican a la coreografía o la enseñanza, entre ellos Eneko Alcaraz, Amaia Dorronsoro y Katixa Perea. La lista se completa con los jóvenes Irma Hoffren y Jon Agirretxe, todavía estudiantes, y con tres bailarines invitados: Fabrice Mazliah (The Forsythe Company de Frankfurt), Cyril Pierre (Ballet de Munich), y Yen Han (Ballet de Zurich).

Para los bailarines es una gala «muy especial» porque bailarán «en casa, después de años bailando para un público extranjero», dijo Lucía Lacarra; para los espectadores también: las entradas se agotaron en 10 días.

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