"Locus desertus" lleva esta noche danza y teatro a Zizur Mayor

La casa de cultura acoge a las 22.00 horas el montaje de ion barbarin y mercedes castaño

Ante los sentimientos más universales, como el amor o la muerte, sobran las palabras. Así lo entienden Ion Barbarin y Mercedes Castaño, autores del montaje Locus desertus, que se podrá ver esta noche en la Casa de Cultura de Zizur Mayor, a partir de las 22.00 horas y con entrada al precio de 5,70 euros.

Una apuesta que combina teatro y danza contemporánea y que aborda, sin texto, emociones y sensaciones a través del lenguaje de la esencialización del movimiento, sobre el que Barbarin y Castaño llevan años trabajando e investigando. "Es un lenguaje de la poesía del cuerpo, que busca transmitir la información al público a través de otros canales que no sean la razón o el intelecto. Es teatro de la emoción", explican los creadores del espectáculo, que habla del nacimiento, el amor y la muerte; y dentro de estos grandes temas, se abordan facetas concretas como la relación materno-filial o el primer amor. Ion Barbarin es el único intérprete, dirigido por Mercedes Castaño. Para el bailarín estellés, que encarna a varios personajes, el principal un hombre mayor a punto de morirse, este trabajo ha sido "un reto". "Es mi primera producción propia como artista autónomo, nunca había hecho algo así. Son 70 minutos con una intensidad muy muy potente y hay que estar ahí porque si no se va todo al carajo". El montaje, en el que el movimiento del cuerpo se acompaña de música del compositor japonés Joe Hisaishi, persigue en todos sus aspectos la esencialización. "Se trata de limpiar, limpiar, limpiar, y después limpiar", dice Mercedes Castaño. De ahí que la escenografía sea "esencial, simbólica" y con "materiales limpios": tela, cuerda y una silla de madera. Y de ahí que no haya texto -tan sólo el vocablo ma, que alude al momento en que un niño empieza a hablar-. "Pensamos que estaría bien no hablar porque los sentimientos tan potentes se leen entre líneas, y cuando aparecen en nuestra vida cotidiana, el texto no deja de ser un mero bla bla bla", dice la directora de Locus desertus, un montaje "abierto a diversas lecturas e interpretaciones", pero al que hay que acudir "con la mente abierta", apunta Barbarin. Él y Castaño se conocen desde hace 14 años, han trabajado juntos en otras ocasiones y ésta es su primera apuesta profesional en la línea del teatro de la esencialización del movimiento. Un tipo de arte escénico difícil de ver en Navarra. "Y ahora más, con la crisis. Es complicado lograr que se programen este tipo de montajes. Se piensa mucho en rentabilizar y llenar las salas, pero nosotros invitamos a los programadores a que hagan apuestas más arriesgadas", dicen los autores de Locus desertus. A pesar de que el montaje "no ha tenido ni un solo euro de subvención por parte del Gobierno de Navarra", están "muy contentos" porque ha sido uno de los 45 seleccionados de entre cerca de 300 obras presentadas para participar en el V Festival Iberoamericano de Teatro que se celebrará del 4 al 13 de diciembre en Mar del Plata (Argentina). Los creadores están buscando apoyo para sufragar los gastos del viaje y del traslado de escenografía al otro lado del charco. En su tierra no lo han encontrado -"nos sentimos solos y decepcionados, y más valorados fuera que aquí", dice Mercedes Castaño-, y ahora esperan una respuesta del INAEM.

Ion Barbarin y Mercedes Castaño, con el cartel de la obra.