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Lindsay Kemp vuelve a escena en Donostia encarnando a Elizabeth I
Lindsay Kemp (Liverpool, 1938) explicó ayer en Donostia que, tras haberse dedicado en los últimos años preferentemente a dirigir montajes operísticos, como «Madama Butterfly» o «La Traviata», sus pies le pedían volver al escenario para representar de nuevo el papel de una figura histórica, la reina Elizabeth I, por la que ha sentido una gran fascinación desde niño.
«Elizabeth I, el último baile» es una obra con la que Kemp ya estuvo de gira hace un par de años, también en escenarios vascos, como el Arriaga o Baluarte, pero que, en los últimos tiempos, había dejado reposar. «En este tiempo, he meditado sobre el espectáculo -declaró ayer- y lo he remodelado y mejorado, tal y como he hecho con otros», y, como ejemplo, citó expresamente el caso de «Flowers», que, a finales de los sesenta, lo hizo mundialmente conocido.
Será el público donostiarra el primero en tener ocasión de ver la nueva versión de «Elizabeth I, el último baile», y podrá hacerlo los días 28 y 29 de junio en el Victoria Eugenia, que, según declaró ayer el veterano artistas, «es uno de los teatros más bellos del mundo» y en él se siente «como en casa».
«Elizabeth I, el último baile» transcurre en 1603, durante los últimos momentos de la vida de Elizabeth I de Inglaterra. Tras 45 años de reinado con mano de hierro, la soberana siente que está al borde de la muerte. Renuncia a comer, permanece en silencio y, sólo de cuando en cuando, solicita que interpreten música, porque lo que realmente quiere es bailar. «Concibe la danza -dijo Kemp- como una manera de vivir o como una forma de alejarse la muerte».
Entre baile y baile, en un estado de alucinación, la reina repasa algunos de los principales momentos de su vida... su encarcelamiento, las ejecuciones de su prima María Estuardo y de su gran amor lord Essex, las intrigas palaciegas, las victorias militares... y también su inevitable envejecimiento, que la aterraba hasta el punto de que, dicen, ordenó cubrir todos los espejos de palacio para evitar que se lo recordasen.
No hay rigor histórico en la obra, donde los hechos se mezclan con la leyenda en un ambiente onírico del que se sirve Lindsay Kemp para crear uno de sus cuentos fantásitcos.
Un elenco de lujo
La música, uno de los principales hilos conductores de «Elizabeht I, el último baile», ha corrido a cargo del chileno Carlos Miranda, que ha incluido rumbas y sambas.
Fundamental es también el vestuario, rabiosamente barroco, según el estilo propio de la época. Cabe señalar a ha sido diseñado por Sandy Powell, ganadora de dos Oscar.
El gran protagonista del montaje es, sin duda, el propio Kemp, aunque, una vez más, ha contado con un equipo de lujo. Estarán con él sobre el escenario Lucy Burge (María Estuardo), David Haughton (conde de Leicester), Francois Testory (duque de Anjou) y Tom Ward (conde de Essex), entre otros.
El vestuario ha corrido a cargo de Sandy Powell, ganadora de dos Oscar por su trabajo en «Shakespeare in Love» y «El aviador». «Recordé que Sandy había sido alumna mía, acudí a ella y ha realizado unos trajes realmente fastuosos», destacó ayer Lindsay Kemp.
Título: «Elizabeth I, el último baile».
Compañía: Lindsay Kemp.
Lugar: Teatro Victoria Eugenia, Donostia.
Fechas: 28 de junio -a las 20.00 horas- y 29 de junio -a las 19.30 horas-.
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