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Liberarse a través del baile en la Ciudadela
El acto de salir de fiesta y bailar, como expresión liberadora y ritual identitario, invade con su dinamismo y viveza el Polvorín de la Ciudadela en la propuesta expositiva de David Anocibar.
Bajo el título Llévame a bailar, el pintor navarro exhibe hasta el 27 de marzo un atractivo conjunto de retratos, realizados en óleo sobre lienzo en grandes formatos y con alegres colores, cuyo motor es la expresión corporal, el movimiento. "La idea era representar el hecho de salir a bailar o salir de fiesta como un ritual identitario, de búsqueda de uno mismo", explica este artista nacido en el pequeño pueblo de Munárriz (Valle de Goñi) y que a los 19 años se fue a estudiar a Madrid, pasando de una aldea de 30 habitantes a la bulliciosa gran capital, "con tantas opciones...". El solo hecho de pensar en bailar, en esta época de pandemia, ha sido muy significativo para Anocibar. "Empecé a pintar estos cuadros dos meses antes de toda esta crisis, y de pronto llegó la pandemia y echaba de menos eso, ese salir de fiesta, ese acto de bailar", reconoce. Y es que, como recoge en el catálogo de la muestra Javier Casacuberta, "hay momentos en la vida en que es necesario decir quién eres". Y cuando eso llega y sientes la "presión" en las "paredes de la garganta", es "el momento del cuerpo, del decir sin hablar, y la expresión del cuerpo liberado es la danza. Quien lo probó lo sabe".
'Feeding on electronic music'David Anocibar, admirador de la tradición y los principios del realismo en la pintura, aborda la plasmación detallista de los cuerpos, reinterpretados en un entorno onírico-simbólico en el que no faltan animales mitológicos, referencias a pinturas de autores consagrados de siglos pretéritos y atrezzos de modas de antaño.
Es un creador que procede del mundo de la restauración de obras de arte, por lo que otorga mucha importancia al uso de materiales de gran calidad y suele montar y preparar los lienzos de forma artesanal. Su estilo combina el estricto arte figurativo realista que deja fluir hacia territorios que proceden de su mundo interior.
'Jugando a Las Meninas'
Lisboa está muy presente en esta muestra. Allí vivió durante cinco años David Anocibar, de 2000 a 2005. "Fueron unos años muy bonitos. Una época en la que la música electrónica, el house y el techno, se hizo global en casi todas las ciudades europeas y dio lugar a la denominada cultura de club. El empleo del verde flúor remite a esa época, y los fluorescentes de fondo en algunos de los cuadros evocan "una discoteca de Lisboa, el Kremlin", cuenta el artista, que apunta que salir de fiesta en la capital portuguesa es "muy fácil y muy intenso".
Retratista y restaurador Anocibar está hoy afincado en Pamplona tras haber realizado su formación en Madrid y pasar cinco años en Lisboa en su faceta de restaurador. Aprendió la técnica de pintura del natural en el estudio del retratista Mikel Esparza y, como complemento, se acercó a The Art Student League y The National Academy of Design en la ciudad de Nueva York. Hoy, además de seguir con su trayectoria artística, imparte clases de pintura del natural y realiza retratos por encargo.
No es la primera vez que este creador muestra obra en Pamplona en salas públicas o privadas, de hecho, participó en 2021 en la exposición colectiva Sanfermines imaginados, también en la Ciudadela. Llévame a bailar es su cuarta exposición individual desde 2005, la primera que protagoniza en la Ciudadela. Ha recibido, además, 13 premios en distintos certámenes, en los últimos años, el VIII Certamen de Artes Plásticas Goiart Ordizia Saria, XIX Certamen Nacional de Pintura Ciudad de Calahorra, VII Concurso de pintura Aguas de Barbastro. El reconocimiento más reciente ha sido el primer premio del XXXV Certamen Artístico Villa de Amurrio, que se le otorgó el pasado mes de septiembre .
Un visitante, ante los cuadros 'After de after' y 'Príncipe de Paraná'.Dokumentuaren akzioak
