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Lekeitio recrea sus tradiciones ante miles de personas

La localidad escenificó ayer el 'guiño del santo al agua' y el baile de la 'Kaxarranka', actos típicos de las fiestas de San Pedro

Egilea
Mirari Artime
Komunikabidea
El Correo
Tokia
Lekeitio
Mota
Albistea
Data
2005/06/30

A sus 19 años, el lekeitiarra Asier Uskola asumió el honor y el riesgo de interpretar una danza única en el País Vasco. Vestido de frac, camisa y pantalón blancos, pañuelo rojo al cuello y un clavel rojo en la solapa, el dantzari realizó un alarde de equilibrio sobre el arcón frente a la figura del patrón de los arrantzales.



Tras superar el nerviosismo inicial y enderezar la caja de madera sostenida por ocho marineros mostró su destreza en el 'aurresku', el 'fandango' y el 'arin-arin' con una chistera en la mano derecha y un banderín rojo con las insignias de la Cofradía en la izquierda. El origen de esta ceremonia se remonta al siglo XV, según historiadores de la localidad vizcaína. Al parecer, los cofrades elegían anualmente a dos mayordomos para que cuidasen y repartiesen las ganancias del año.



Los bienes y documentos de ese organismo se guardaban en una arca hasta el 29 de junio, jornada en la que con gran ceremoniosidad se producía el intercambio de mayordomos. «Esa 'kutxa' se conserva hoy en día en la Cofradía y es sobre la que se baila», indicaron desde la institución local.



Antes de la 'Kaxarranka', los lekeitiarras protagonizaron otro curioso rito; la 'Kilin-kala'. Tras la misa mayor, una procesión, encabezada por un nutrido grupo de autoridades, trasladó la figura de San Pedro hasta la zona en la que se encuentra otra efigie del santo.



En ese punto, los porteadores inclinaron la imagen en tres ocasiones seguidas como si estuviese a punto de caer al mar ante las exclamaciones de susto de más de un espectador. De esta manera, se solicita al patrón la protección necesaria para la costera del bonito.



Para cumplir con todas las tradiciones propias de la jornada, los vecinos del casco viejo se despertaron con las 'Dei eittekuak' o 'llamadoras'. Un grupo de mujeres recorrió las calles de la parte antigua mientras recordaban la manera en la que antaño despertaban a sus hermanos y maridos para ir a faenar al mar al grito de '¿Gora jaungoikuen ixenian!' '¿Arriba, en el nombre del Señor!'.

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