Laya se viste de gala

Integrantes del nuevo grupo Laya Dantza Taldea posan juntos, momentos antes de salir a acompañar a Olentzero el pasado día 24 en Tudela. (FERMÍN PÉREZ-NIEVAS)

Según el diccionario, la palabra Laya no significa solo el “instrumento de hierro con cabo de madera que sirve para labrar la tierra y revolverla”, que es la acepción más conocida, sino también “calidad, especie, clase de personas o de cosa”. De ambos significados se nutren los componentes de Laya ya que son de ese tipo de personas que revuelven las tradiciones para que sigan vivas y no se agosten.

aunar a la riberaPese a que su ubicación y las primeras actuaciones las están llevando a cabo en Tudela, tienen claro que su objetivo es aunar a gente de toda la Ribera, dado que tampoco existe una formación de ámbito comarcal. Según indicó Íñigo Castellano, organizador, promotor e integrante del colectivo Laya, “en estos momentos somos 22 componentes pero con el ánimo de crecer. Tenemos gente de varios pueblos y queremos que entren más porque tenemos cierta vocación de aunar a la Ribera. No existe algo así y a nosotros nos parece importante”.

Uno de sus objetivos es cubrir lo que consideran un vacío que existe en las citas populares. Como explicó Castellano, “detectábamos que faltaba un grupo de dantzaris que cubriera cosas no muy oficiales, porque para eso ya está el grupo de danzas de Tudela, ni los paloteados (el del Barrio de Lourdes o el nuevo del Casco Antiguo). Actos como fiestas de San Pedro u Olentzero no estaban cubiertas. La verdad es que hubo cierta demanda de gente joven que me animaron porque creían montar algo”.

Entre los 22 integrantes que componen el grupo de dantzas Laya, con una media de edad entre los 27 y 28 años, “hay gente de todo, del grupo de dantzas del Ayuntamiento, de San Juan, de la calle de bailes populares, de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos y también hay alguno que nunca había bailado antes”. Ya el año pasado dieron sus primeros pasos realizando distintas actuaciones en enero, en fiestas de San Pedro y finalmente lo hicieron oficial con Olentzero.

Íñigo Castellano comenzó en el mundo de las dantzas populares y recuperación de las tradiciones cuando tenía 18 años, por lo que lleva más de 30 trabajando en ello. Ha visto cambios y reconoce su evolución hacia una mayor “democratización” de los bailes. “Con la perspectiva que me dan los años puedo decir que no solo han evolucionado los bailes sino también la forma de ejecutarlos y ponerlos en escena. Creo que hemos avanzado en calidad pero también en popularidad. Podríamos decir que se han democratizado. Antes un dantzari ensayaba mucho y ahora con los cursos de dantzas populares ha accedido mucha gente que antes no lo hubiera hecho. Esa democratización y acercamiento a la cultura popular la verdad es que me gusta mucho”.

Desde hace décadas en Tudela ha existido siempre mucho movimiento en torno a la dantza. De hecho existen, con Laya, media docena de agrupaciones para momentos muy puntuales pero no para el resto de citas, ahí es donde entra esta nueva agrupación.

El colectivo Laya realiza desde hace años varias representaciones culturales sobre la historia de Navarra, en la que participan gigantes, cabezudos, actores, gaiteros, dantzaris... unas citas que, de momento, no tienen intención de traer a la capital ribera. “Queremos centrar los esfuerzos en el grupo de dantzaris. Con idea de crecer más porque además hay demanda de crecer más. Ensayamos de momento dos días a la semana en los centros cívicos de El Molinar y del Barrio de Lourdes. Así que todo aquel o aquella que esté interesado que pregunten por Laya. Nuestra intención es seguir creciendo”.