Las mejores dantzaris de Euskadi

Desde el ritmo y la dificultad del baile, hasta la laboriosidad y el esmero de los trajes, ayer todo se medía al milímetro en el XVI Campeonato de Neskatxena de Euskadi. La cita fue en Legazpi, donde el propio jurado apuntaba la importancia de los detalles: «A estas alturas de la competición el nivel de las participantes es tan bueno que son las pequeñas cosas las que marcan la diferencia», señalaban. No en vano, el jurado tenía delante a las mejores dantzaris de Euskadi, una treintena de niñas y jovencitas de entre 7 y 15 años, todas ellas finalistas de la liga itinerante que se ha ido desarrollando desde principios de año en las localidades de Lezo, Beasain, Oiartzun, Elgoibar, Villabona y Alsasua.

Las dantzaris llegaban ayer a Legazpi tras haber superado tres eliminatorias. En esta última localidad se encontraban con los últimos frentes a batir. El primero de ellos era el jurado de Gipuzkoako Euskal Dantzarien Biltzarra, encargado de valorar aspectos como la dificultad del baile, el ritmo, el estilo, la ejecución de los pasos y las sensaciones transmitidas por las dantzaris en el conjunto de todo ello. «Nuestro trabajo se complica», explicaba el jurado, cuyo primer premio fue para Leire Amiano en la categoría A (nacidas entre 1999 y 2003) e Izar Aizpuru en la categoría B (nacidas entre 1998 y 1995).

Otro de los frentes a batir era el del jurado de vestuario, formado por las legazpiarras Isabel Aztiria y María Luisa Mendizabal. La primera modista y la segunda peluquera, no perdieron detalle de la pasarela de colores, tejidos y vuelos de ayer. «Estamos contentas porque vemos que cada año se esmeran más en el vestuario», señalaban. En contra de lo que pueda parecer, su tarea no es premiar la belleza, sino la fidelidad con la que han sido reproducidos los vestidos tomando como patrón los trajes tradicionales de finales del siglo XIX y comienzos del XX. La laboriosidad de la ropa interior, las partes de las prendas hechas a mano, el llevar alpargatas en lugar de albarcas y lucir un pañuelo de color en la cabeza (no blanco) o el pelo recogido en un moño o trenza tal y como lo hacían las jovencitas solteras de antaño, eran algunos de los detalles que ayer sumaban puntos en la nota final del vestuario. Un apartado cuyos premios fueron a parar a Maider López y Ane Urruzola.

GANADORAS 2010