Con el escudo que hace referencia a la Casa de Juntas de Abellaneda y de color granate, ayer se izó de forma oficial por primera vez en Balmaseda la bandera con la que Meatzaldeko Harrigorria Dantza Taldea de Gallarta rinde homenaje a la identidad de las Encartaciones. Jesús Mediavilla, profesor en la agrupación y presidente de Ortuellako Polunpak Taldea, la ondeó acompasando movimientos a los acordes de la nueva Dantzari Dantza encartada compuesta por Patxi Larralde y Eki Angevin.
Claude Iruretagoyena ha confeccionado en Iparralde la bandera de unos cuatro por cuatro metros “ayudándonos a ajustar las medidas determinadas que nos permitan ejecutar la melodía con unos pasos muy coreografiados”, explicó Mediavilla. Y es que “debe tener un peso adecuado para que realice bien los pliegues”. Prueba superada, a juzgar por los aplausos de quienes pudieron contemplarlo en directo ayer en la explanada de acceso al museo Boinas La Encartada.

Jesús Mediavilla lleva años indagando sobre folklore vasco y encartado en particular con la intención de “mantener lo poco que conservamos y recuperar lo que podamos” para legarlo a las futuras generaciones. En esta zona “desde hace más de cien años bailamos una dantzari dantza recogida como patrimonio inmaterial en un registro que llevó a cabo el Gobierno vasco”. Cuenta con ciertas diferencias con respecto, por ejemplo, “a Durangaldea”: “Nosotros saltamos en el aire normal y allí dan una especie de caballito a un lado. Ellos marcan tres punteos y nosotros dos con una parada. El gurpil de ellos es arriba y adelante y, el nuestro, atrás. Ellos hacen vueltas normales en la construcción del baile y nosotros, vueltas y vueltas y medias”, comparó. De la recién estrenada Enkarterri bandera dantza han creado tres variaciones.
El apunte
- Marzas. Hace pocos años que Karrantza, de la mano de Euskal Folklore Mendi-Harana Kultur Elkartea, y Lanestosa, con el coro Perenal, han recuperado la costumbre de dar la bienvenida a la primavera recorriendo los barrios con su colorida indumentaria
- Danza de los arcos floridos. También en Lanestosa, el 5 de agosto, festividad de la Virgen de las Nieves, se baila la danza de los arcos floridos, en referencia a las varas decoradas con motivos de vivos colores, por el casco histórico de la villa.
De la tradición dantzari en la comarca, entendida en su extensión histórica abarcando las actuales Ezkerraldea y Meatzaldea “que se fueron fragmentando” perviven “muy pocos elementos”. Como si “la tierra se hubiera tragado un área tan extensa, no aparecen datos”. “Sabemos que la Casa de Juntas se quemó y cantidad de documentación se ha perdido, pero que no hallemos nada me parece curioso y sorprendente”. comentó. Aunque de vez en cuando surgen joyas como “tocados de Encartaciones”.
Limítrofe
Es “curioso que entre el 90 y el 95% de los bailes proceden del carnaval”, señaló el estudioso del folklore vasco, que en Encartaciones, se encuentra sin duda influenciado por su carácter limítrofe con Burgos y Cantabria, lo que puede haber facilitado el intercambio de influencias.

“Merecemos un respeto, porque a veces da la impresión de que no existimos”, afirmó, un sentimiento que la zona extrapolan en ocasiones a otros ámbitos.
Algunas danzas “se remontan a 120 años atrás con su forma de bailar en esta zona, suficiente como para reivindicarlo” por parte de quienes las han preservado y “la juventud, para que pueda continuar”.
En este sentido, “hay cantera”. “Ya sabemos que el fútbol y algunos deportes muy mediáticos repercuten” en la elección de las actividades para disfrutar del tiempo libre. Décadas atrás, “no contábamos con tantas opciones para escoger, bailar en un grupo de danzas era más llamativo”. “Hay futuro y ya se demuestra, los grupos están vivos y se suman un montón de niños y niñas”, celebró, asiendo la bandera que, desde ayer, se ha convertido en estandarte de Harrigorria Dantza Taldea y el alma de los bailes encartados a través de la historia.