Las cintas tomarán la plaza

El Festival internacional de bailes con espadas fue el germen en el año 2006. Al año siguiente, el grupo Duguna de Pamplona se unió al eibarrés Kezka en la organización y desde la tercera edición, este festival tomó el nombre actual de Ezpalak. Ahora la cita se amplía con lo que las exhibiciones de danzas, dedicadas en esta edición a los bailes con cintas, se podrá ver hoy en Baiona, mañana en Pamplona y el domingo en Eibar.

Esta ampliación supone un mayor trabajo para los organizadores pero también la entrada de nuevos apoyos, con Iparraldeko Dantzarien Biltzarra que se une en la organización a los miembros de Kezka y Duguna. «Es más atractivo para los grupos que vienen porque pueden hacer una pequeña gira actuando el viernes en Baiona, el sábado en Pamplona y el domingo en Eibar» explica Oier Araolaza desde el grupo eibarrés.

Los bailes con cintas son el tema central de esta edición. «Es una de las ideas que teníamos desde el principio porque es un baile que se hace en prácticamente todos los pueblos europeos y americanos», explica Araolaza. Y es que aunque se ha considerado como un elemento muy enraizado en el folclore vasco, este tipo de coreografía se encuentra en pueblos de un lado y otro del océano Atlántico.

Los grupos que llegan este año a la Euskal Jaia eibarresa viajarán desde Álava, Navarra, Tarragona y Tenerife. La celebración del festival en un fin de semana el mes de mayo limita la posibilidad de contar con algunos grupos, algo que se suma a las limitaciones de presupuesto. No obstante, desde la organización se destaca el interés del festival de este año. «Vienen los grupos que queríamos. No miramos tanto a que sean de un estado u otro», señala Araolaza a la presencia en ediciones anteriores de grupos de Inglaterra, Portugal o Hungría entre otros países. «Miramos a la personalidad de los pueblos, y tanto Canarias como Cataluña tienen una identidad nacional y un folclore propio».

En cuanto al baile en sí, el festival Ezpalak permitirá de nuevo el juego entre las similitudes y las diferencias que se observan entre el baile en unas zonas y otras. «El esquema coreográfico general es bastante común. Pero sí que cambia la música, los trajes, los pasos de los bailarines».

Las compañías que llegan este año de fuera de Eibar se mueven en torno a 15 o 20 componentes. Así, el espectáculo que se podrá ver el domingo en Unzaga reunirá a unos 80 bailarines que se sumarán a los del grupo de danzas Kezka y los más jóvenes de la escuela de danzas vascas de Kezka, que suman 180.

Además, los organizadores trabajan en una sorpresa a la espera de que el tiempo acompañe. En caso de lluvia, la exhibición de danzas se celebraría en la carpa que se está instalando en la plaza de Unzaga.

Si la estética de los bailes con cintas encuentra similitudes en distintas zonas del mapa, su interpretación es más compleja. El investigador y folclorista Juan Antonio Urbeltz recoge en un texto escrito para el programa de Ezpalak que esta danza recuerda a la vida. Con la cinta como cordón umbilical y los cruces con el resto de dantzaris como avatares de la vida, las cintas se van tejiendo hasta que alcanzan su cénit y retornan para deshacer sus nudos antes de soltarse.

Junto con esta explicación, el baile con cintas se asocia a las fechas de mayo y junio en muchas zonas, y su representación se realiza en ocasiones en torno a un gran árbol, en vísperas de las fechas de cosecha. «Nosotros nos quedamos con el baile. Es una danza que es nuestra y que también es de todo el mundo» remarca Araolaza.

Con el baile con cintas, el festival Ezpalak habrá aportado a Euskal Jaia siete modalidades o planteamientos distintos de baile. De cara al futuro, los organizadores esperan seguir variando aunque Oier Araolaza reconoce que «también tenemos ganas de repetir alguno. Al prepararlo aprendes mucho y la verdad es que te quedan ganas de contar con otros grupos que serían muy interesantes».

DOMINGO 27 DE MAYO