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Lacarra ve cumplido su sueño de bailar en el Concierto de Viena
La bailarina de Zumaia interpretó el 'danubio azul'
virtuosismo Zubin Mehta, miembro de honor de la Orquesta Filarmónica de Viena desde 2001, se subió ayer por cuarta vez al púlpito de la Sala Dorada de la Musikverein. Durante el concierto dio la bienvenida a "dos países del Danubio, Rumanía y Bulgaria a la Unión Europea", saludando incluso en búlgaro y rumano. Mehta derrochó energía y conocimiento musical para ponerse, a los 70 años, al frente del emblemático concierto, seguido con devoción por unos 2.000 afortunados melómanos y por decenas, tal vez cientos de millones de telespectadores en casi 60 países.
El concierto se inició con la enérgica marcha Zivio , de Johann Strauss hijo, y recuperó todo su repertorio de la saga musical Strauss, tras la inclusión de Mozart el año pasado por el jubileo del compositor. Únicamente contó con una pieza ajena: Elfenreigen , del austríaco Josef Hellmesberger, como homenaje por el centenario de su muerte. Pero dentro del clasicismo también hubo renovación, como lo demuestran seis composiciones nunca incluidas hasta ahora en el evento: las polcas Irene y Matrosen , o el vals Flattergeister de Josef Strasuss. Otras novedades fueron Einsugs-Gallop y Erinnerung an Ernst , de Johann Strauss. Esta última pieza, con la ayuda de varios guiños humorísticos, sirvió para demostrar el virtuosismo de los músicos y arrancó numerosos bravo de la sala.
Los inevitables acordes clásicos de la marchaRadetzky
, de Johann Strauss padre, que contó con el acompañamiento con las
palmas de los espectadores, marcaron, como es habitual, el final del
concierto. Para los incondicionales de este evento, la versión grabada
llegará a los comercios el próximo 8 de enero y será, como en años
anteriores, un éxito de ventas para la Filarmónica.
Lucía Lacarra y Cyril Pierre durante los ensayos del Concierto de Año Nuevo de Viena.Foto: ali schalfer/efe
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