La vuelta al mundo bailando

En esta ocasión, se prefirió llevar las danzas a un recinto cerrado, para evitar los problemas que podrían causar las lluvias. Igualmente, el espectáculo se tuvo que ofrecer en tres sesiones debido a la importante demanda de entradas. En las dos funciones primeras actuaron los más pequeños y por la noche los mayores.

Mucho ritmo

El resultado fue un festival vibrante en el movimiento de las danzas que reflejaban los diferentes puntos del mundo, con mucho ritmo, diferentes músicas de Francia, Arabia, Jaimaia, luz y colorido, La presencia de los padres hizo que el entusiasmo fuera netamente mayor y las ganas de agradar de todos los que actuaron se vieron realzados por un apartado musical elegido con mucho mimo, y una puesta en escena sorprendente, con profusión de proyecciones de imágenes, juegos de luces y efectos especiales.

Según indicaban dos de las profesoras de las niñas «hemos trabajado mucho. Hay que tener en cuenta que algunos niños son muy inquietos y cuesta mucho que se paren un rato. Le hemos dedicado gran cantidad de tiempo a la preparación de las piezas, y al diseño del festival, buscando las músicas más adecuadas, diseñando las coreografías y preparando la escenografía. Ha sido un trabajo que comenzó hace más de un año y que con este festival se muestran los frutos». Desgraciadamente, los chicos no participan en este tipo de espectáculos a consecuencia de los estereotipos que muchas veces tiene la danza al estar unida al ámbito de la la feminidad.

El espectáculo ofrecido en el Coliseo es también el resultado de la andadura que el elgoibarrés Josu Múgica inicio hace diez años en Deba, con un grupo de veinte niños. Poco a poco, su empeño y capacidad de trabajo hizo que el número de jóvenes aficionados a la danza fuera creciendo y, hoy en día, Triska Dantza Taldea cuenta con 300 estudiantes de danza entre Eibar, Elgoibar, Mendaro y Deba. El grupo de danzas Triska, en el apartado de mayores, muestra también sus danzas.