La Valdorba se cita en Cataláin

La eucaristía estuvo oficiada por Gregorio Martínez, acompañado por otros tres sacerdotes: su hermano Flotildo Martínez, Jesús Armendáriz y el nuevo párroco de Garínoain y Barásoain, Jesús Mª Mariño. En la parte musical intervino en esta ocasión el coro parroquial de Pueyo, dirigido por el acordeonista José Antonio Álvarez. En su homilía, Gregorio Martínez recordó la fiesta del día, la exaltación de la Santa Cruz, y animó a los asistentes a continuar con este tipo de celebraciones "porque necesitamos estar unidos y así conseguir que nuestros pueblos estén más bonitos y mejor arreglados y al mismo tiempo sean más humanos y más cristianos".

En el momento de las ofrendas, cargadas de simbolismo, varios vecinos presentaron unos racimos de uvas ya maduras "símbolo del trabajo, el esfuerzo y la ilusión por salir adelante", una jarra de agua "en el año de la Expo y de este elemento líquido signo de vida, para que nunca falte en nuestros pueblos" y el pan y el vino de la eucaristía "con los que Dios se hace presente entre nosotros". Estas ofrendas se completaron con el canto de una jota y al final todos los asistentes entonaron la popular Viva la Cruz sacrosanta que se canta en todas las romerías a Cataláin.

bailes y feria En el exterior de la ermita el grupo de danzas Baldorba Dantza Taldea, acompañado por un grupo de txistularis de este mismo colectivo, ofreció una exhibición de bailes regionales con las piezas Uztai dantza , Zuberoa y Arin arin . Estos bailes se complementaron con los que protagonizó la pareja de gigantes de Orísoain.

Después se procedió a la inauguración de la XII Feria de Artesanía y Alimentación, promovida por la Asociación para el Desarrollo de la Valdorba. En el interior de una carpa de unos 200 metros cuadrados, colocada junto al templo románico, se instalaron una veintena de puestos de artesanía con los más diversos productos elaborados por vecinos del valle y trabajados en madera, cerámica, pinturas o encaje de bolillos, al tiempo que se ofrecía la degustación gratuita, con aportaciones voluntarias, de pintxos de txistorra, relleno, callos, gallina en pepitoria, menudicos, calderete de ternera y repostería variada, desde pastas mantecadas y bizcocho integral hasta roscos, pastel vasco, torrijas, canutillos, tortas de txantxigorri, leche frita o mostillo.

La jornada se completó con la proyección de fotografías antiguas de los pueblos valdorbeses en una gran bodega que se ha acondicionado mientras se realizan los trabajos de restauración de los restos arqueológicos que se encuentran en los edificios anexos a la ermita de Cataláin, que datan del siglo XIII y que corresponden a un antiguo monasterio que en sus orígenes dependía de la Colegiata de Roncesvalles y que llegó a ser hospital de peregrinos.

El grupo Baldorba Dantza Taldea, junto a la ermita de Cataláin.