Edukira salto egin | Salto egin nabigazioara

Tresna pertsonalak
Hemen zaude: Hasiera Hemeroteka La transmisión de la herencia cultural. El folclore en la enseñanza infantil

Dokumentuaren akzioak

La transmisión de la herencia cultural. El folclore en la enseñanza infantil

Mucho se ha transformado la sociedad en los últimos cuarenta años. Los cambios se han sucedido tan rápido como el equivalente a varios siglos de otros momentos de la historia de la humanidad. Euskal Herria no ha sido una excepción a este trasiego. Todo lo que ello conlleva ha incidido en nuestra forma de pensar y actuar ante cada uno de los aspectos de convivencia y existencia.
Egilea
Emilio Xabier Dueñas
Komunikabidea
Euskonews
Mota
Albistea
Data
2012/07/20
Lotura
Euskonews

Las labores del campo o en la mar, en la industria o en el turismo, en fin el trabajo en toda su extensión, son sólo una parte de todo el mundo que nos envuelve y donde la alteración ha sido más que notable. En el otro lado de la balanza, seguimos asistiendo a fiestas populares, masivas en localidades de entidad o íntimas en un pequeño barrio apartado, continuamos practicando diferentes disciplinas deportivas y un sinfín de actos que corroboran algo que, en una parte muy importante de Europa, es otra “historia”.

Sin embargo, otras nuevas formas de ocio, unidas inequívocamente a la tecnología, han ocupado nuestras vidas. Espacios virtuales, redes sociales y maquinitas que no faltan en ningún hogar, invaden cada hueco provocando algo que puede considerarse objetivo de relación pero que, al mismo tiempo, resaltan o provocan los valores individualistas de cada persona.

El antiguo sistema de transmisión de la cultura, conocido o no por “tradición oral”, ha ido reconvirtiendo cada uno de los sustratos conservados y soportados, auspiciados en la fórmula del trasvase generacional de los diferentes elementos que componen la vida laboral, festiva, económica, o religiosa.

Ámbito del folclore y el espacio de la infancia

En base a una concepción colectiva e identitaria de ciertos sectores de la población y a pesar de no gozar de un estimable valor, incluso sobrepasando lo peyorativo en el vocabulario y en el concepto, y rozando lo caduco y decimonónico, las tradiciones se intentan conservar, con las actualizaciones pertinentes. El Folclore, como conjunto de las tradiciones de un pueblo, ha logrado sobrevivir durante muchas generaciones y su peso es una losa y herencia cultural del pasado que debe ser transmitido, de una forma sencilla y activa a las generaciones futuras: bien por parte de colectivos; bien por parte de individuales que con su tesón, iniciativa y empuje, año tras año resuelven, no sin esfuerzo, el paso obligado del evento o la celebración.

Dentro de lo que consideramos Folclore encontramos campos tan variopintos como el saber para qué sirven, o sirvieron, determinados aperos de labranza, la ejecución de una danza, o cómo era la vida en un hogar del siglo XIX. Es lo que se da en llamar, desde hace varios años y promovido por UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial. No obstante, en este ejercicio de base existe un error producido, en parte, por una mal entendida desvinculación entre lo tangible y lo intangible. Es innegable que la gran mayoría de los elementos que componen nuestro rico acervo cultural del pasado, más o menos actualizado, tienen su parte de Inmaterial y de Material. No hay el uno sin el otro. Es más, incluso en la actualidad se está procediendo a utilizar el título “Patrimonio Cultural Inmaterial” como más de hoy en día, separándolo del término Folclore, por entenderse este último como trasnochado, de carácter turístico, etc. Diferentes términos, por mucho que se intente vestir con otro ropaje la tradición, con un mismo propósito.

Mientras algunos eventos han sido destinados a diferentes edades, en otros el niño o niña sigue siendo el principal receptor. En este caso, con temor o provocación, en carrera delante del buruhandi. (Donostia, 2011)

Quizá haya que separar Folclore y Folclorismo para definir cada uno, pero por caminos convergentes y divergentes al mismo tiempo; éste no es el cometido de este artículo. El interés por conservar y transmitir todo aquello que en tiempos pasados era lo habitual a una edad temprana, es una necesidad no cubierta con criterios pedagógicos, al menos desde un punto de vista general.

Nuestro interés va más allá. Desde lo simplemente informativo, donde la documentación es tan extensa como de calidad, deseamos llegar mediante la capacitación de profesores y profesoras de la enseñanza reglada, monitores de grupos de danza tradicional, así como de otros colectivos donde la enseñanza exige unos mínimos, para que la participación activa de niños y niñas, sea algo primordial, básico y sistemático.

El mundo infantil no es ajeno a todas las facilidades que ofrece una sociedad global y en cierta forma alejada de los parámetros que, en otro espacio temporal, sirvió de aposento comunicacional. Sugerir un resultado ambivalente no es una causa banal. Por un lado, se ha ido perdiendo, de forma generalizada, la habitual forma de transmisión y realización, por ejemplo, de los diferentes juegos que se realizaban dependiendo de la época del año (incluyendo la climatología), de la edad y/o sexo (diferente al género) del participante, o del lugar público o local cerrado. Por otro, toda esta nueva tecnología que continuamente se ve actualizada (en el mismo momento que salimos con un producto de la tienda, recién comprado, ya es un objeto del pasado) nos da la oportunidad de utilizarla en beneficio de otros menesteres, como es el caso de la adquisición de conocimiento cultural.

La capacidad de absorción por parte del elemento humano de todo un conjunto de fundamentos socio-culturales le va a servir desde la infancia hasta el resto de su vida. Este paso, de la práctica por inercia de la tradición a su utilización en la enseñanza, infiere un cambio que debe ser objeto de la importancia que merece. Sobre todo, teniendo en cuenta tanto las características y capacidad del profesor o profesora, como la de los alumnos y alumnas.

Así tenemos cómo por tradición han existido tres niveles de plasmación de los diferentes elementos (canciones, cuentos, juegos, etc.), relacionados directamente con el mundo infantil:

- Primeramente, todo elemento que ejercitan los adultos hacia el niño o niña cuando se trata de bebés.

- En el segundo caso están los elementos en que participan conjuntamente adultos y niños/niñas.

- A continuación tenemos todo elemento que se transmite por parte de los adultos, niños/niñas a (otros) los niños y niñas para que lo realicen. Son elementos aprendidos y que justifican la realización de cualquier función con su propia autonomía.

El futuro profesor debe completar una formación acorde con el papel a desempeñar. (“Haur Folklore Ikastaroa/Curso de Folclore Infantil”. Eibar 2011)

Exceptuando creaciones, tipo espectáculo de cualquier nivel, y otras fórmulas existentes en el mundo de la enseñanza, en la actualidad, y ya desde hace un tiempo, se están empleando algunos elementos de la tradición, en principio procedentes de otras categorías de edad diferentes a la infancia (aunque haya habido, y hay, excepciones), principalmente desde el ámbito juvenil y de adultos. Tanto es así que, determinados juegos y la mayor parte de danzas en origen interpretados por jóvenes y adultos, generalmente varones, han sido redirigidos hacia el mundo infantil.

Esto último lo apreciamos en diferentes estados de las celebraciones:

- En las Maskaradak de Zuberoa, donde, además de rebajarse la edad (media) de los participantes, es la mujer la que recoge el testigo del hombre. Niños y niñas ocupan el lugar que tuvieron en otro tiempo únicamente los muchachos y adultos.

- En las actuaciones de grupos de danzas vascas, en las que niños de 8 ó pocos más años ejecutan danzas del ciclo de la Dantzari Dantza de Durangaldea (Bizkaia).

- En exhibiciones escolares donde niños y niñas de 4, 5, 6... años ejecutan danzas-juego como alguna de las danzas que componen el ciclo de Irri dantzak, Txakolin Dantza, etc.

- En la enseñanza reglada y en la no reglada el aprendizaje de danzas relativamente complejas para el mundo infantil.

Un cuento o un juego son un elemento; una danza y su contexto son un evento. Los elementos conforman actos y éstos, a su vez, una celebración, un festejo u otro tipo de conmemoración. Todo ello es nuestro presente y debe ser transmitido con la máxima fidelidad, pero también con las nuevas aportaciones de los impartidores que buscan un sentido en sus manifestaciones.

Una publicación que intenta cubrir un hueco

Observamos desde hace tiempo, la falta de método y, por ende de una metodología que sirva al profesor de enseñanza, al monitor de un grupo de danzas vascas, o al maestro de danza, que en su mundo utilizan criterios dispares y, en algunos casos, lejanos o contradictorios a lo deseable. La experiencia que da la formación debe ser tenida en cuenta como una fase, la primera, sobre la que se debe sustentar el resto del trabajo y disciplina a ejercitar.

Debido a la necesidad de establecer unos parámetros concretos de realización, crear un camino y la experiencia en la impartición de cursos a formadores, Josu Larrinaga (Director de diferentes coros, entre los que se encuentra “Haur Folklore Ikastaroa/Curso de Folclore Infantil”) y el autor del presente artículo, hemos preparado una publicación que acaba de salir a la luz: el monográfico de Jentilbaratz. Cuadernos de Folklorenúmero 13, titulado Haur folklorea Euskal Herrian. Irakaskuntzako materialak - El folclore infantil en Euskal Herria. Materiales para su enseñanza.

También la edad de aprendizaje para tocar diferentes instrumentos musicales ha ido descendiendo. En este caso,soinujoleak en Iurreta (2011).

El contenido de este trabajo es el fruto de la investigación durante muchos años y es producto de la experiencia adquirida en la realización de diferentes cursos específicos para formadores que, en un afán por divulgar parte de una cultura tradicional, realizan un arduo trabajo, en unos casos desinteresado y en otro a nivel profesional, con niños y niñas, comprendidos entre los 4 y 14 años. Como queda dicho, esta publicación se compone de unos textos, en bilingüe, con diversas imágenes y dibujos que añaden visualización a las explicaciones y un DVD-Vídeo que es totalmente complementario a dichos textos. Va dirigido, y esto hay que remarcarlo, a los formadores necesitados de unos parámetros básicos, que desean utilizar en la impartición en el mundo infantil. También se debe tener en cuenta que cada apartado cuenta con diferentes ejemplos y que así deben ser entendidos, lo que obliga a reseñar el margen de actuación que se deja al profesor o profesora, ya que es de suma importancia la labor del mismo, o de la misma, para con los alumnos/as y sus características específicas (edad, capacidad, conocimientos previos, etc.) y del entorno que los rodea.

Nuestra intención es llegar a diferentes colectivos y asociaciones y buscar el despertar a un mundo alicaído y con un gran falta de preparación. Debería ser el inicio, el preámbulo, de todo producto con unos mínimos de criterio. Los parámetros establecidos en la elaboración son los siguientes:

- Ser una introducción, en cada uno de los apartados: metodología, configuración de conjuntos, estipulación de elementos

- Hacer un guiño a la implantación, previa elaboración, de un método a utilizar en la enseñanza reglada y la no reglada

- Servir de pretexto para la configuración de un futuro producto que aglutine y sirva para la formación oficial, dentro del Curriculum Vasco académico

- Crear una inquietud a nivel formativo en los grupos de danzas vascas y de otra índole

Para tratar de concienciar a la “parroquia”, es necesario dilucidar la base teórica que, aun teniendo diferente peso específico en la estructura global, comprende:

a) Creencia positiva en lo que está realizando por parte del profesor o profesora

b) Fundamento de orden intelectual hacia la infancia

c) Evidente fundamento estructural sicomotriz

d) Requerimiento activo por parte del alumno o alumna

e) Necesidad en nada imperante de ofrecimiento de espectáculo

Dentro de la estructura del trabajo, y como parte principal, podemos observar un corpus homogéneo, el cual abarca todos y cada uno de los aspectos en que se puede dividir esa parte del Folclore llamada a ser el cimiento de la transmisión y ejercitación por y ante el mundo infantil. Los apartados de dicho capítulo son:

1. Janzkera eta tresnak / Indumentaria y utensilios
2. Mitoak / Mitos
3. Jai erritoak eta eskeak / Rituales festivos y cuestaciones
4. Musika-tresnak / Insturmentos musicales
5. Esaerak eta kantak / Dichos y cantos
6. Musikarik gabeko jokoak / Juegos no musicados
7. Jokoak musikarekin / Juegos musicados
8. Joko dantzak / Danzas-juego
9. Dantzak / Danzas

Cada apartado tiene su introducción para situar al enseñante y varios ejemplos del mismo. Es importante matizar esta cuestión, es decir la que trata de ejemplos, ya que existen muchos más elementos que se puede añadir en cada uno. Tan importante como ofrecer una línea de trabajo al profesor/a es la de interpelar para que cada uno/una utilice los ejemplos y, al mismo tiempo, busque otros del extenso repertorio conservado, dependiendo del ámbito y funciones seleccionadas.

Una de las Irri dantzak más extendida hoy en día, de las realizadas por niños y niñas: la conocida por Xanpetrike (con cierto origen en Jean petit qui danse). (Santurtzi, 2011)

En cuanto a los principales objetivos, además de los señalados, se hace imprescindible determinar que su uso debe servir más como producto inicial-intermedio que como producto final: cada profesor/a debe utilizarlo según sus cualidades y las de sus alumnos/as, con clara referencia a la edad y capacidad de los mismos/as. Esa otra parte que no aparece, es una solución individualizada por parte del enseñante. No podemos, ni debemos, personalizar... para así dotar de sentido al refrán “cada maestrillo con su librillo”.

Desde este espacio, se hace justo el reivindicar una formación equivalente a otras áreas y disciplinas de la Cultura y enseñanza reglada, la cual debiera ser sustentada por las instituciones oficiales. El esfuerzo individual y colectivo, generalmente un tanto valdío en cuanto a resultados (altamente) positivos, en lo que se refiere principalmente a los grupos de danzas, debe revertir de una forma más eficaz, intentando obtener el lugar que merece en la Cultura Vasca.

Dokumentuaren akzioak