La tradición se moderniza: de moro a califa

Centenares de personas presenciaron el renovado desfile , con un rey árabe menos maquillado y mejor vestido

Los cambios efectuados se basaron en un estudio realizado por la sociedad de estudios vascos Eusko Ikaskuntza, que advirtió ciertas actitudes negativas respecto al tratamiento y representación del moro en el desfile tradicional.

El vecino Juan Carlos Gómez se estrenó en su papel. Los cambios en su ropaje representaron fielmente la tradición histórica arabesca que hasta ahora no se había respetado. Fue vestido con un atuendo de califa y en vez de pasear montado en burro lo hizo en un caballo árabe adornado y con un séquito. Por primera vez en siglos, el califa pronunció su discurso de paz y perdón para el pueblo de Antzuola tanto en euskera como en árabe. El capitán, por su parte, se expresó en el euskera propio de An-tzuola.

Las novedades pretendían otorgar una mayor dignidad y realismo al representante árabe, así como un mensaje de respeto entre culturas y religiones. De hecho, el apretón de manos entre el moro y el capitán llamó la atención.También se eliminaron algunos términos violentos del discurso tradicional y se introdujo el género femenino para designar a las vecinas del pueblo.

Para completar el nuevo Alarde del Moro, se bailó en la plaza la característica Trokeo Dantza, en la que los dantzaris se golpean con palos al son de la música representando una escena bélica. La innovación también llegó a la música y, durante la revista de armas, se pudo escuchar la Alborada de Segura, una marcha menos militar que las anteriores. Y como plato fuerte se presentó al público una nueva composición, con gaita y percusión, que evocaba una melodía oriental dedicada a la representación árabe. Un alarde lleno de cambios para los vecinos.

En esta ocasión, para fusionar tradición y modernidad, los organizadores quisieron demostrar a los vecinos que ambos conceptos no están reñidos. En la misma plaza en la que desfilaron dos centenares de personas, se había colocado una gran pantalla en donde se proyectaba, a la vez que sucedía, un documental sobre la historia del desfile. La última sorpresa llegó con la Orquesta de Bergara, que por primera vez participaba en este día tan especial, con sus 50 músicos que tocaron la marcha final.

Moros y antzuolatarras, en la vistosa representación de ayer.

Foro: Javi Colmenero