Dokumentuaren akzioak
La tradición sigue viva en Ordizia
Los recién casados o santaneros volvieron a llenar de alegría las calles con sus esku-dantzak
La celebración de ayer fue especial porque congregó a 31
parejas de recién casados, una cifra superior a la de ediciones
anteriores, lo que demuestra que esta tradición no ha perdido tirón
entre los jóvenes. Y eso a pesar de que en esta jornada deben dejar en
casa la timidez para desfilar por las calles del pueblo vestidos de
punta en blanco e interpretando los más variados bailes vascos durante
horas.
Los nuevos santaneros se juntaron en el palacio Abaria a
primera hora para inscribirse como nuevos cofrades. Después asistieron
a la misa mayor en la iglesia de San Bartolomé y al mediodía llegaron a
la Plaza Mayor para deleitar con las esku-dantzak a los ordiziarras de
todas las edades que esperaban en la plaza. Tras los bailes vascos, las
parejas iniciaron una comitiva por las principales calles del casco
antiguo, que recorrieron por su lado derecho unidos con pañuelos, como
manda la tradición.
Una vez roto el hielo con los primeros bailes, las
parejas se dedicaron a disfrutar del día con los familiares y amigos
que se iban encontrando por las calles. Apenas daban dos pasos, ya
tenían que saludar a algún conocido. El matrimonio compuesto por
Patricia Mendi y Aitor Garín comentaba que «es un día muy bonito para
las 31 parejas que participamos en la fiesta, porque todos somos del
pueblo y nos conocemos, lo que hace que el ambiente sea especial».
Los recién casados ordiziarras no están obligados a
participar en esta celebración, aunque aseguran que «este año nos hemos
hecho cofrades la gran mayoría. Es algo que se ha hecho en Ordizia de
toda la vida y que nos da la oportunidad de vivir un día alegre y entre
amigos, por lo que no hay que tener vergüenza», comentaban Idoia
Garmendia y Ion Gorrotxategi. Para habituarse a las esku-dan-tzak, las
parejas han estado ensayando los bailes durante las últimas tres
semanas.
Si la tradición de los santaneros sigue tan viva es
porque los ordiziarras la sienten como propia. «Ordizia es el único
pueblo de la zona en el que se hace algo así», explica Pedro. «Es el
día más bonito de las fiestas», concluye María Isabel.
Dokumentuaren akzioak