La ría de los cisnes

El amor es tan fuerte que a veces puede vencer a la mayor de las adversidades. Quizá sea esta la lección de El lago de los cisnes, el primer ballet que escribió Piotr Ilich Tchaikovski en 1877, y que representa hasta hoy el Ballet de Moscú en el Teatro Campos Elíseos de Bilbao. Esta es la cuarta vez que la compañía desembarca en Bilbao durante 2011, cuya última representación fue La Bella Durmiente el pasado agosto.

En esta ocasión, el Ballet de Moscú interpretará El lago de los cisnes que será dirigido por Timur Faiziev. Esta es la historia de amor entre el joven príncipe, Sigfrido, interpretado por el bailarín Akhzol Mussakhanov, y Odette, representada por Ekaterina Bortiakova.

respetando el origen De esta manera, arranca la obra más conocida de Tchaikovski que fue estrenada en el teatro Bolshoi de Moscú el 4 de marzo de 1877. En esta versión dirigida por Faiziev, el Ballet de Moscú danza respetando la coreografía original diseñada por Marius Petipa y Lev Ivanov. Y es que el Acto Blanco, el segundo de los cuatro que constan en la obra, conoce varias versiones como la de George Ballanchine (1951) y la de Matthew Bourne (1995) que convulsionó el mundo del ballet porque introdujo cisnes masculinos en el lago. Aun así, la compañía representará la versión que realizó Ivanov, que fue quién creó la coreografía de este acto.

"El lago de los cisnes siempre funciona", resumió el representante de la productora del Ballet de Moscú en el Estado, Rafel Oliver. "La obra gusta por la historia que cuenta, la música de Tchaikovski y la coreografía de Petipa e Ivanov", enunció Bortiakova, que interpreta a Odette. "Por estas tres razones, la obra es perfecta", sentenció la bailarina. Además, añadió que otro punto a favor de El lago de los cisnes es que "todo el mundo conoce esta obra, ya que lo clásico no pasa de moda".

Por eso, Oliver explicó que "aunque la representemos cada tres meses, a la gente le sigue gustando". De esta manera, manifestó que el Ballet de Moscú suele repetir giras tres o cuatro veces al año. En estas, suelen representar también otros ballets de Tchaikovski como El Cascanueces, que es habitual para Navidad, o Giselle de Théophile Gautier y Jules Henry Vernoy. De hecho, no descarta que en marzo o abril se represente en Bilbao la creación de Gautier y Vernoy, que está inspirada en la obra de Heinrich Heike De l'Allemagne.

De todos modos, uno de los principales objetivos que se marca el Ballet de Moscú es acercar el ballet al público que no está muy familiarizado con la danza. Oliver apuntó que, aunque haya un grupo de gente a la que le gusta el ballet, si el precio de las entradas es "muy caro", no puede acudir a ninguna función. Así, afirmó que procuran poner las entradas a "precios razonables". De la misma manera, señaló que tratan de que acudan colegios y academias de ballet a sus actuaciones, para lo que hacen precios de grupo. Por la misma razón, explicó que a él le gustaría que esta obra se representase en todos los teatros de Euskadi, ya que, como concluyó, considera que "la cultura tiene que ser para todos".