Acompañada de su madre María Cristina y del general Narváez, primer ministro, seguía desde el balcón consistorial la representación de la 'brokel dantza', a cuyo término la tradición mandaba que dantzaris y público gritaran: 'bici bitez beti betico Guipuzcoaco fuero, oitza eta oitura onesqui gogoagarriac', según aparecía en los papeles impresos por los diputados con Ascensio Ignacio Altuna al frente como diputado general. El general Narváez se levantó airado y reprendió a Altuna que 'era poco noble aclamar delante de la reina un viva que estaba en oposición con la ley vigente. Narváez increpó la conducta del diputado general en términos muy duros. Pero Altuna y los restantes diputados tampoco se callaron, y le recordaron que ellos habían perdido sus bienes y fortunas luchando bajo la bandera de Isabel II. Esta, por su parte, «se hallaba como acalorada», y su madre miraba alrededor con cara de disculpa.
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La reina Isabel II y el incidente de la 'brokel dantza'
El incidente la 'brokel-dantza' es uno de los pasaje más reveladores que aportan el nuevo libro de Velez de Mendizabal. Sucedió el 17 de agosto de 1845, cuando la joven reina Isabel II, cabeza del bando liberal, visitaba el feudo carlista de Mondragón a los pocos años de la primera derrota de los absolutistas.
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