La profesora de danza Isabel Verdini, impulsora del grupo Verdini Dantza Taldea de bailarines afectados por el síndrome de Down, será la Tambor de Oro de 2024.
La Junta de Portavoces del Ayuntamiento de Donostia ha elegido este mediodía a Isabel Verdini, dentro de la lista de 141 personas que fueron seleccionadas por el Consistorio como candidatas en firme al premio. El grupo de danza creado por Verdini obtuvo también la Medalla al Mérito Ciudadano de Donostia en 2008.
Los grupos municipales reunidos en la Junta de Portavoces han acordado por unanimidad conceder el galardón a Verdini "por su labor en favor de la inclusión, la formación y la danza". La decisión se ha tomado con inusitada rapidez, ya que varias formaciones municipales han coincidido en destacar su figura, que ha sido apoyada por todos.
El alcalde, Eneko Goia, manifestó que, con el premio, el Consistorio ha querido destacar la trayectoria profesional de la elegida "ligada a la danza, a su actividad formativa y su lucha por la inclusión, que nos proyecta como una ciudad inclusiva y ese uno de los valores más importantes que queremos destacar a la hora de conceder este galardón".
Tras la decisión directa del Ayuntamiento queda descartada la opción de llevar a cabo una votación entre candidatos, como prevén las bases del premio para cuando no hay consenso.
El tradicional premio se entregará el próximo día de San Sebastián en el Salón de Plenos del Ayuntamiento.
Isabel Verdini Carranza nació en Donostia en 1971 y lleva más de 25 años dedicada a la formación. Además, creó su propia fórmula de enseñanza denominada Método Verdini. Durante su periodo de formación en la danza nació su sobrina Haizea, con síndrome de Down, un hecho que marcó su vida y le hizo volcarse en el colectivo de personas afectadas de trisomía, por lo que creó Verdini Dantza Taldea.
Según explica en su página web, empezó a bailar con ocho años y pronto se le despertó su deseo de ser profesora da danza. "Como se necesitaba una titulación me fui a Barcelona al Instituto de Teatro y Danza a realizar mi gran ilusión. A los 20 años finalicé mis estudios después de pasar por Francia, Inglaterra e Italia y bailar en varias compañías, y he logrado que la danza sea mi profesión"
"La danza me aporta una gran satisfacción personal, sobre todo cuando veo cómo mis alumn@s avanzan día a día y mejoran su salud. Todo ello hace que aumenten mis ganas de seguir investigando y aprendiendo. Intento innovar constantemente para dar más calidad en mis clases", añade.
La designación de Isabel Verdini como próxima Tambor de Oro de Donostia no sólo emocionó a la futura galardonada sino, también a las numerosas familias de jóvenes con discapacidad que han confiado una parte de sus vidas al grupo de danza, en el que han disfrutado y han aprendido de la mano de la profesora, una figura muy familiar para muchos de ellos. Ainhoa Bakaikoa, donostiarra con cerca de veinte años de presencia en el grupo de danza, mostró su gran alegría cuando su madre le informó del premio. "Me ha parecido genial, estoy muy emocionada, ama, eres la mejor", dijo a su madre, por haberle llamado para darle a conocer que su profesora había sido premiada.