La procesión pequeña, pero no menor

Si se da por cierto el dicho de que en Pamplona un acto repetido tres años seguidos ya es tradición y se hace "desde siempre", habrá que convenir que la procesión de San Saturnino que se celebra hoy ya cuenta por fin con un itinerario definitivo, a expensas de nuevas obras o excavaciones que lo alteren o de inclemencias meteorológicas que aconsejen un atajo. Así las cosas, puede darse por bueno el trayecto que viene repitiéndose desde 1996, con las excepciones ya citadas.

Como es sabido, la procesión en honor al patrón de la ciudad data al menos del 29 de noviembre de 1611, por lo que está a pocos años de cumplir cuatro siglos. En aquella ocasión ya se recorrió un itinerario muy parecido al de estos últimos años, saliendo de la iglesia de San Cernin por toda la calle Mayor, torciendo a la izquierda por delante de San Lorenzo y regresando por las calles San Antón y Zapatería. Respecto al trayecto que se ha impuesto en los últimos años, la única innovación ha sido sustituir las calles San Antón y Zapatería en favor de la calle Nueva.

Sin embargo, el itinerario de la Corporación y el santo por el Casco Viejo de la ciudad ha conocido diversas vicisitudes, casi siempre con la alternativa de acortar la procesión por la calle Eslava en lugar de llegar hasta San Lorenzo y la calle Taconera. Finalmente, a partir de 1996 se ha venido imponiendo el itinerario largo, que evidentemente facilita que más ciudadanos puedan asistir a la procesión pequeña (si se compara con la de San Fermín) de Pamplona.

La procesión de San Saturnino también se distingue de la de San Fermín por su carácter otoñal y recogido, menos propicia para el ambiente festivo. Y a ello han contribuido también las numerosas suspensiones por culpa de la lluvia. Desde 1905 nada menos que en 26 ocasiones ha debido San Saturnino renunciar a su salida anual por la ciudad. Y en este sentido destaca la mala racha que arrastra en el siglo XXI (suspendida en 2003, 2005 y 2006). Hubo buena suerte, sin embargo, entre 1981 y 1998, nada menos que 17 años durante los cuales el líquido elemento respetó al patrón de la ciudad.

Dentro de esas 26 suspensiones, no obstante, también debe incluirse la etapa de la 2ª República, pues entre 1931 y 1935 la Corporación no acudió en cuerpo de ciudad, aunque algunos concejales lo hicieran a título personal. Cuando en 1936, ya en plena Guerra Civil, se retomó el acto, se realizaron procesiones adicionales para "desagravio del crucifijo". También ondeó ese año la rojigualda en lugar de la tricolor republicana.

otros aniversarios

60 años de danzaris y 30 años sin acompañar al Cabildo

En el último siglo se han sucedido decenas de incidencias (y algunos incidentes) en la matinal del 29 de noviembre. Entre las novedades que se fueron incorporando al cortejo, en 1948 bailan por primera vez los danzaris municipales (actual grupo Duguna), lo que significa que cumplen 60 años en la procesión de San Saturnino, hito que celebrarán hoy con una comida multitudinaria. Como se sabe, la presencia de los danzaris conoció una agria polémica a partir de 1982, cuando salieron con la ikurriña (casualmente ese año se estrenó la bandera navarra sin laureada). No fue hasta 1990 cuando la presencia de los danzaris recuperó la normalidad en el cortejo tras "un acuerdo de buena voluntad".

Entre las diferencias con el 7 de julio, destaca especialmente que los concejales llevan ya 30 años sin acompañar al arzobispo y al cabildo catedralicio al comienzo y al final de la procesión de San Saturnino. También en 1978 la Comparsa de Gigantes y Cabezudos dejó de acudir hasta su regreso en 1989.

San Saturnino, por las calles de la ciudad.Foto: patxi cascante