La plasticidad de la danza

‘‘Pas de basque’’, de Urbeltz, integra todas las artes en un lenguaje unitario y único.

Y es que para diseñar y vertebrar un conjunto de danzas, música, escultura y pintura en movimiento, algo cercano al teatro y a la pastoral, hay que tener la cabeza bien amueblada, y muchas horas de vuelo, y entre otras cosas haber leído y entendido a Mircea Elíade, autor al que Urbeltz conoce bien y rinde con este espectáculo un rendido y sentido culto. Digamos de entrada que es el espectáculo mas sobrio, conceptual, austero y minimalista de cuantos ha trazado hasta el momento, llegando a una serie de parámetros y reduccionismos de los que le va a costar salir, superarlos y trasgredirlos.



Concepto y simbolismo en la elección de danzas separadas y concatenadas en un orden superior y único que va desde las ejecutadas sobre el centro del universo, simbolizado por las figuras primordiales del punto, el cuadrado, el rectángulo y el círculo, hasta liberarse y desparramarse por el espacio transversal e infinito a base de círculos abiertos y concatenados, entradas y salidas en zig-zag o en hélice sobre el espacio del escenario único.



Y lo hace además recuperando indumentaria, formas, poses y estilos entre arcaicos y primordiales, entre modernos y últimos, y utilizando colores y sonidos que están al borde de la experimentación final y la transvanguardia, como a la vuelta y al comienzo de todo lo que hoy se hace y se cocina. Creo que es un espectáculo circular que colmaría los deseos de Jorge Oteiza a cerca de su propuesta sobre la integración de todas las artes en un lenguaje unitario y único.



Parece en muchos momentos del espectáculo que estamos viendo lo de siempre, pero con ojos nuevos, con otros puntos de mira y de altura. Nada queda al azahar o incontrolado, sólo se utiliza el cuerpo, hay menos aditamentos teatrales y escénicos que en anteriores espectáculos, y sin embargo se produce la emoción y la magia del gesto irrepetible, audaz, único del Jokin Otamendi alegre y jovial de turno.



Hay tantos momentos, tantas parejas, tantas coreografías de grupo magníficamente ejecutados por esos espléndidos grupos de danza diseminados por nuestra geografía, que sólo el citarlos nos satisface sobremanera: Argia, Arkaitz,Haritz y Kezka EDT, así como las colaboraciones especiales de Ana Remiro, Oihana Elizalde, Miriam Pérez, Marian Arregi, Mikel Urbeltz, Amaia Bueno e Itziar Otamendi y Eragin.



Digamos por último que ‘‘Pas de basque’’ debiera representarnos en cualquier festival y escenario que se precie, y que esperamos muchos otros de esta altura, para deleite del cuerpo y del espíritu.