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La 'Mutildantza' divide a la Junta General y Ayuntamiento en Baztan
La asamblea del valle apoya a tres colectivos en la denuncia pública de “discriminación femenina
La formación abertzale, representada en la sesión plenaria por tres corporativos, no pudo contrarrestar los cinco votos en contra esgrimidos por su socio en el gobierno municipal, Baztango Ezkerra (2), Geroa Bai (2) y Auzonalean (1). UPN optó por la abstención. La distinta perspectiva de una y otra institución municipal, apreciada en otros asuntos de interés vecinal sujetos a diferentes puntos de vista de la opinión pública, puede entenderse por la afinidad con sus postulados que encuentra EH Bildu en una asamblea más abierta que la corporación municipal. La particularidad en la gestión de Baztan, en orden a sus derechos históricos, reconoce la potestad de decisión de la Junta en cuestiones que afectan a terrenos públicos principalmente. El Ayuntamiento, con capacidad administrativa de mayor amplitud, engloba a los representantes nombrados tras el escrutinio de las urnas cada cuatro años.
Los autores de la moción sometida al parecer de las dos instituciones exponen la “discriminación” que, a su entender, se produjo en fiestas de Elizondo y el Baztandarren Biltzarra en un terreno perteneciente a la iglesia, como reflejan en el texto presentado en euskera. Su referencia al lugar donde se formó el círculo de varones alude a una explanada adjunta a la parroquia de Santiago. Fue “un acto discriminatorio escrito con letras mayúsculas: ‘Aquí no pueden entrar mujeres’”.
La ‘Mutildantza’ tradicional
Las posturas encontradas sobre el mismo asunto, exhibidas en la perspectiva opuesta de Junta General y Ayuntamiento, se han convertido en habituales desde la legislatura anterior.
Hace cuatro años, en el marco de las fiestas de Elizondo, el intento de incorporación de cinco mujeres al círculo tradicional, entre ellas la exalcaldesa, Garbiñe Elizegi (Bildu), motivó su suspensión.
Los defensores de la versión conocida de sus antepasados interpretaron el gesto como una injerencia a su modo particular de entender la conservación de una manifestación cultural apegada a las raíces del valle.
“Respetamos la Mutildantza femenina, pero queremos también que nos respeten”, señalaron entonces. Como señalan, sus gestiones con las autoridades locales de Elizondo han buscado siempre un consenso.
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