En esto, el espacio gasteiztarra es experto y habla a las claras de la formación que ofrece y del nivel de su alumnado. Ahora, 52 bailarinas y bailarines de entre 8 y 11 años ultiman los detalles para tomar parte en la representación de El Cascanueces que el Ballet Clásico Internacional ofrecerá en el centenario escenario de la calle San Prudencio.
El encuentro con el público se producirá a partir de las 19.30 horas. Eso sí, quien no tenga ya su entrada en la mano, tendrá que esperar a otra ocasión porque todo el aforo está vendido desde hace días. Hay que estar a la altura de esa respuesta del público. “Es el gran día”, dicen con una sonrisa Eider, Paula, Ekain, Illare, Aitana, Uxue, Nora, Lucía y Laura, aunque buena parte de este grupo de Cuarto de Enseñanzas Elementales ya sabe lo que es pisar las tablas del Principal. “Nervios” e “ilusión” son las palabras que más repiten, aunque transmiten una confianza que va más allá.
Conforman el conjunto, además, que actuará con los bailarines profesionales. “Tienen una ilusión tremenda y se les ve motivados”, apunta la profesora Elena Llanos, más allá de que “para aprender a bailar, lo importante es el estudio y el trabajo que hacemos de manera continua en clase”.
Cada curso desde Primero hasta Cuarto de Enseñanzas Elementales bailará su propia coreografía dentro del montaje global, piezas que se han ido preparando de manera individual, sabiendo que también hay que hacer una labor que luego se debe conjuntar con la compañía, lo que requiere anticiparse a lo que pueda pasar. El trabajo es importante, pero en el centro tienen claro que el esfuerzo merece mucho la pena.