Llegan las navidades y otras citas, como la Feria de Santo Tomas, en las que el código de vestimenta varía radicalmente y los trajes de baserritarra sustituyen a los vaqueros y las sudaderas.
Ane Albisu es miembro de Ikerfolk-Argia, entidad que recibirá el V Premio Ondare que otorga el Departamento de Cultura de la Diputación de Gipuzkoa, con el que se quiere reconocer su dedicación a la “preservación y enriquecimiento de la herencia cultural” del territorio.
Albisu, que está trabajando en su doctorado en torno a este tema, no quiere hablar de cómo hay que vestir y cómo no en este tipo de citas. Prefiere dar consejos o sugerencias. La primera: “Es mejor comenzar a vestirse por la cabeza”.
Porque, puntualiza, una cosa es hablar de la vestimenta y otra de cómo vestirse.
“No pretendo instaurar ningún dogma, porque vestirse en Santo Tomas es diferente para cada persona”, apunta Albisu, que destaca que también se puede hablar de modas en este tema. “Parece que se vuelven a poner de moda los pañuelos, los trajes con motitas... Por eso lo que yo muestro en mis conferencias hay que enmarcarlo en el contexto adecuado”.
Dejando claro que no quiere ser una “predicadora” que marca lo que está bien o mal, Albisu da unos consejos sencillos, porque “no podemos pretender vestirnos cómo en otra época. Tampoco es ése el objetivo de Ikerfolk”. “Este es un traje de celebraciones, no cumplimos a rajatabla con lo que se hacía en otra época”, puntualiza.
El pañuelo, fundamental
Albisu brinda unos consejos que se aplica a sí misma. “Hay que empezar a vestirse por la cabeza”. Por muchas razones. La Feria de Santo Tomas tiene gran arraigo e importancia en Donostia pero puede ocurrir que la persona que acuda a la feria trabaje fuera de la ciudad y no vaya ataviada de arriba a abajo para la ocasión toda la jornada.
¿Qué hacer? En vez de ponerse “un pañuelo cualquiera o una falda larga, sin más”, es más fácil y adecuado que “si no se tiene tiempo para vestirse o si no se tiene un traje, se opte por ponerse el pañuelo en la cabeza o la txapela”.
“La cabeza, en los trajes tradicionales, tiene mucha importancia”, añade. También se puede utilizar una prenda con significado, “como una lekeitiarra o un kaiku”. Esta sería la solución casi exprés para quien no tiene tiempo ni otra opción.
Más consejos. “Creo que, si se puede, no queda nada bien utilizar txamarras. Si hay que abrigarse, mejor meterse capas por dentro y añadir un pañuelo bonito, un mantón o blusón bonito, en el caso de los chicos . Es que es una pena que te compres un traje y luego vayas con la txamarra, sin pañuelo en la cabeza y, por ejemplo, con katiuskas. Es un consejo”, subraya.
Son consejos prácticos y rápidos, aunque el trabajo de Albisu y de Ikerfolk vaya mucho más allá, Y es que no es de su gusto decir “qué está bien o mal”.
“Estamos en 2023 y hay de todo. Pero, por ejemplo, si andas con prisa y no sabes qué vestirte “ponte algo bien puesto en la cabeza. Hay hasta tutoriales para saber cómo colocar el pañuelo, un pañuelo blanco y bonito. Pero si tienes una amiga o un amigo que te enseñe, mejor”, concluye Albisu. Y para saber cómo hacerlo, una forma puede ser entrar en dantzan.eus.
Otra opción pasa por animarse a coser. Pero si hay que hacer un tuneo rápido, Albisu tiene claro que lo que más se ve, en el caso del traje de las chicas, es “el delantal, el mantón y el pañuelo”. “Buscar un bonito mantón o pañuelo y un delantal también bonito ayuda mucho, porque la falda no se ve tanto. Puedes complementarlo con un jersey negro y, por debajo, lo que te entre. Y, muy importante, el pañuelo en la cabeza”.