Edukira salto egin | Salto egin nabigazioara

Tresna pertsonalak
Hemen zaude: Hasiera Hemeroteka La edad hecha danza

Dokumentuaren akzioak

La edad hecha danza

Dantzaldia

Egilea
Joana Peres
Komunikabidea
Deia - Noticias de Bizkaia
Mota
Albistea
Data
2012/02/29
Lotura
Deia - Noticias de Bizkaia

NO son jóvenes con ágiles movimientos pero Koldo Zabala (75 años), Philippe Oyahamburu (90 años) y Jean Nesprias (85 años) conservan el espíritu que hace más de seis y siete décadas les llevó a dar sus primeros pasos de danza. Ahora, a pesar de haber disfrutado de trayectorias profesionales que les habían mantenido distantes en el escenario, se unen en el espectáculo del coreógrafo Mizel Théret Je me souveniens... Oroitzen naiz... Recuerdo... Los tres viven una segunda juventud aunque el más joven de ellos tenga 75 años y el mayor sea nonagenario, pero no les importa. Todavía les quedan "muchas cosas por decir" sobre las tablas.

"Es una idea que tenía desde hace tiempo, quizá me faltaba madurez para abordarla", explicó ayer Théret, que también ejerce de director, durante la presentación de la actuación que tendrá lugar este sábado en la Sala BBK dentro del Dantzaldia. Este espectáculo ha sido posible gracias a la colaboración de La Fundición y el Instituto Francés, que con el Laboratorio Coreográfico sin fronteras del Centro Coreográfico Nacional del Malandain Ballet Biarritz, pusieron en marcha a principios del año el proyecto Miradas cruzadas.

Cuando apareció la "clave", el coreógrafo dio los primeros pasos para dar cuerpo a este proyecto. La elección de Zabala, Oyhamburu y Nesprias no se dio por casualidad sino porque "por lo menos en Iparralde, han marcado una época en el ámbito de la danza y no solo en la tradicional". "No miro su modelo artístico porque los tres han tenido éxitos y fracasos pero han demostrado una gran constancia en el trabajo de la danza", agregó. Mizel Théret tiene claro que esta disciplina no mira la fecha de nacimiento para decidir si una persona es apta o no: "La danza no es solo una cosa de gente joven".

proceso Esta oportunidad podría entenderse como un premio a su dedicación a la danza "durante toda su vida, manteniendo una pasión que todavía les dura" pero nunca un "homenaje" a su carrera profesional. "Yo no quiero un homenaje. Hay que hacerlo cuando uno es joven", aclaró Zabala, a quien Théret tuvo que convencer para que participara. "Empezamos a hablar de compositores, de cantantes como Mikel Laboa... En ese momento, le dije que iba a pensarlo pero estaba casi seguro de que diría que sí".

Hubo un factor que fue determinante para que Zabala diera el sí definitivo a esta aventura. "Me gustó mucho su manera de trabajar. Te trata con mucho respeto, con mucho talento. Aunque no lo diga él, hay una gran verdad: el talento no sirve para nada si no hay trabajo. Y Mizel tiene los dos. Ha conseguido que cada uno actúe a su manera", reseñó. El director intenta que "estas tres personalidades" se muevan al unísono. "No hay dos ensayos iguales, es como una orquesta que no lo puede hacer dos veces exactamente igual", subrayó Zabala.

Oyhamburu y Nesprias se formaron bajo la influencia de Segundo de Olaeta durante el exilio del maestro de las danzas vascas en Biarritz mientras que Zabala creció con los Ballets Vascos Oldarra. Trayectorias profesionales que recorrieron el siglo XX y que Mizel Théret ha querido reunir en Je me souveniens... Oroitzen naiz... Recuerdo... "No es una pieza de danza tradicional. Es una creación basada en tres personalidades que tienen mucha vitalidad. Se muestra el envejecimiento del cuerpo, la marca del tiempo sobre el movimiento", explicó el coreógrafo y director, que definió su obra como "un trabajo técnico con cosas minimalistas, con pocos movimientos" para transmitir muchas ideas. "Es intimista, lenta muy lenta y con una gran importancia del silencio", añadió. ¿Su finalidad? Mostrar al público "los sentimientos, lo más difícil".

El proceso derivó en los primeros ensayos. Zabala reconoció que al principio se levantaba "llorando" de la cama pero poco a poco fue aceptando que la unión que se vivía en el escenario era real. "Tras una de las primeras veces que me vio mi mujer, me dijo que había reconocido un gran amor entre los tres", apuntó el bailarín. Los primeros contactos con la preparación para el espectáculo tuvieron diferentes visiones para el director y coreógrafo que para el bailarín más joven. Théret señaló que para él era más fácil coordinar a los tres veteranos de la danza que a los aprendices. "Tienen un sentido muy agudo del escenario. Tienen la conciencia del cuerpo de lo que pueden hacer y lo que no pueden hacer". Sin embargo, Zabala afirmó que era más complicado porque Théret trataba con gente que ya "había recibido" las líneas maestras sobre las que trabajar.

Je me souveniens... Oroitzen naiz... Recuerdo... trasladará los sentimientos y las vivencias de tres hombres que apuntalaron las danzas vascas. El sábado los espectadores vizcainos tendrán la ocasión de entender un espectáculo que el pasado otoño conquistó en su estreno en Biarritz y Donostia. Un recuerdo de toda una vida.

Koldo Zabala y Mizel Théret, ayer en la presentación del espectáculo.

Koldo Zabala y Mizel Théret, ayer en la presentación del espectáculo. (Oskar Martínez)

Dokumentuaren akzioak