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«La cultura, el folklore y la danza vasca deben modernizarse para seducir»

Juan Luis Unzurrunzaga, Coreógrafo ( y más cosas) de "Talaia

Egilea
Begoña del Teso
Komunikabidea
Diario Vasco
Mota
Elkarrizketa
Data
2009/02/08
L a historia se parece en la lejanía a la de La mujer del teniente francés: en un pueblo marinero donde los pescadores bailan y requiebran a las muchachas cuando llegan a puerto, una de ellas se enamorará del más apuesto capitán. El mar, celoso, hundirá su barco y ella penará su amor desde una atalaya. Un buen día, la mar... Sobre el escenario del Principal, cien chavales danzando dentro de un espectáculo pleno de luz y sonido. Ellos y ellas son alumnos del Liceo Axular, su grupo de baile se llama Axular Gero, llevan cuatro años triunfando en festivales de medio mundo y unos cuantos pasándoselo bomba por Aiete los días de tamborrada y Olentzero.
- Hace unos cuantos años el grupo de danzas vascas de Axular eran cuatro y el del txistu. Ahora los dantzaris son multitud. ¿Qué pasó?
- En aquel entones, los bailes vascos tenían que competir en la televisión con qué y con Fama.
- Rival de categoría, ¿eh?
- No te imaginas de qué categoría. La danza vasca languidecía mientras los chavales veían en la tele y en la pantalla grande las pistas de las discotecas, la bola de luz, el baile de Pulp Fiction...
- Y nosotros con nuestros arin arin, nuestros fandangos y, supongo, la seriedad y el aplomo mitológico de nuestros pasos.
- Más o menos. Los bailes vascos no eran tentadores. Para nada. La lucha estaba perdida. a no ser, a no ser... que nos atreviéramos a romper con la tradición anquilosada y pusiéramos, por poner un ejemplo, todo nuestro cuerpo en movimiento.
- ¿Y que un grupo de baile se ponga a danzar con todo el cuerpo es una revolución?
- Muy grande. En los bailes vascos se usan las piernas pero ni manos ni brazos. Ponerlos en movimiento haría crujir los huesos de los más clásicos. Pero si usar todo nuestro cuerpo fue una decisión principalísima y muy moderna, no lo fue menos bailar de rodillas, agachados, sentados, tumbados. La danza vasca siempre se realiza de pie. Zutik. Tente. Otra piedra de toque en el proceso de nuestra modernización, ya integrada, por ejemplo, en los bailes del Ejército Ruso, fue....
- ¡Señor! ¿Cuál es el punto de unión entre los dantzaris de Axular y los bailarines uniformados de la ex Unión Soviética?
- Sencillamente, ellos fueron los primeros en bailar mirando al público. De frente al espectador.
- ¿¿¿En serio que eso es muy importante???
- No sabes cuánto. El folklore implica la plaza. Todo el pueblo participa. No hay público. Algunos miran, sí, pero esperando bailar. Eso significa que en un teatro, en un escenario, muchos bailes vascos se bailan de espaldas al espectador. Nosotros también rompimos con eso. Si somos un espectáculo, somos un espectáculo.
- Quién iba a decirlo: en el salón de actos y en la sala de ensayos de Axular comenzó la revolución de terciopelo de la danza vasca.
- Mujer... Simplemente luchamos con las mismas armas que exhibían otras aficiones, deportes o actividades. ¿Rayos láser? Pues rayos láser. ¿Efectos especiales? Pues muy especiales. ¿Vestuario espectacular? Pues a coserlo.
- ¿Humo, hielo seco?
- Faltaría más. De pronto nos encontramos con que había mucho más de cien alumnos apuntados a los bailes vascos. Montamos dos espectáculos. En Sasi artean nos adentramos en un bosque mágico lleno de enanos y espíritus . Se ligaba bastante allá...
- Como en 'Sueño de una noche de verano'.
- Casi. El segundo montaje fue Lamien basoa.
- ¿Una de miedo?
- Casi. Había gigantes, gente que andaba sobre zancos, chavalas vestidas con ese traje típico y sorprendente del tocado del gran cuerno.
- Unos cuantos festivales de folklore juvenil les invitaron.
- Gannat, Bernen, Maixent, Udine.
- ¡Esos son los más grandes!
- Lo maravilloso era que nos programaban de teloneros y acabábamos siendo los invitados especiales.
- A los más puristas se les habrán llevado los diablos, ¡ustedes usan teclados y sintetizadores!
- Sin duda, pero nosotros queríamos, repito, pasárnoslo bien y hacer de nuestros bailes algo tentador, apetitoso, que al verlos te dieran ganas de ponerte a bailar. En cuanto al sintetizador... ¿te parece acaso más autóctona la trikitixa?
- Hombre, yo diría...
- Pero si vino de Italia. ¿Qué te piensas? Emigrantes, pastores, soldados, o corsarios traían y mezclaban pasos, comidas, músicas e instrumentos que encontraban en los caminos. Nosotros nos mestizamos por la tele, el cine y lo demás, pero de siempre el pueblo ha bailado lo que ha querido sin importarle su origen. Tenía otras cosas en qué pensar.
- ¿Por ejemplo?
- ¿En un baile de plaza? En ligar, en enamorarse, en divertirse. Y si para ello valía un fandango, pues con fandango. Y si un vals, un vals. Y si la polka, la polka. ¿Te imaginas que en nuestros bailes, nuestra música, hubiera algo parecido a Paquito chocolatero?
- ¡No!
- Que sí. Imagínatelo. O bailes como los de Grease. Aunque pensándolo bien, Paquito chocolatero ya forma parte de nuestro folklore.
- ¡Atrevido! ¡Rompedor!
- ¿Rompedor? En absoluto. Conservador. Si queremos que nuestro folklore permanezca debemos ponerlo al día, modernizarlo, disfrutarlo.
«La cultura, el folklore y la danza vasca deben modernizarse para seducir»
Juan Luis Unzurrunzaga, coreógrafo, libretista y más. /AYGÜES

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