La danza será la protagonista de mañana con la actuación del Ballet Junior de Biarritz

Tres coreografías componen este programa donde la compañía invita a disfrutar de las cualidades técnicas de su decena de bailarines volando con Erik Satie; a ser hechizados desprendiendo la mascara del amor a ritmo de música tradicional bretona, y a emocionarse con los coqueteos del encuentro entre parejas, gracias al embriagante mundo de Johannes Brahms. Un programa para disfrutar de la danza, que puede ser narrativa y encantadora a un mismo tiempo. Este proyecto ha contado con la subvención del Gobierno Vasco, la Diputación Foral de Gipuzkoa y Donostia Kultura.

La obra Gnossiennes, de 15 minutos de duración, fue creada en mayo del 2000 para el joven Ballet de Québec. Este ballet sitúa una barra de danza en el centro del escenario, y convierte a los bailarines en acróbatas alados. En el caso de Blé Noir, también de un cuarto de hora, participa un dúo. Es un cuento amparado en una mentira; la historia de una joven casadera que atrae a sus pretendientes a la muerte, mediante el engaño, en lugar de casarse con ellos. La Danses qu'on Croise (25 minutos) cerrará el programa recreando el espacio festivo de los salones y los cafés de antaño. Las Danzas Húngaras de Johannes Brahms revivirán situaciones paradójicas de un salón de baile. En ese contexto extraño, la música conserva su propósito original e invita a los bailarines a divertirse y a disfrutar.