La danza se mueve en Euskadi

Dia de la danza

CADA año desde 1982, el 29 de abril se celebra el Día Mundial de la Danza a iniciativa de la UNESCO. En ciudades de todo el mundo se organizan actividades de todo tipo con el único propósito de permitir a los cuerpos expresarse en el movimiento. La danza se apoderará hoy también de Bilbao con una sesión abierta de baile, en la Plaza de Arriaga, a partir de las 12.00 horas, que incluirá la grabación de una flashmob multitudinaria a ritmo del Don't stop me now, de Queen. Y en Donostia, en el Victoria Eugenia, se presentará la XVI Gala de la Danza, en la que Carlos Martín y Juan Carlos Santamaría, los dos premiados de esta edición, estrenarán las coreografías de dos soloscreados para la ocasión.

Pero ¿cómo se encuentra la situación de la danza en Euskadi? Una amplia representación de los grupos y asociaciones de danza tradicional vasca se congregaron recientemente en Eibar para firmar un manifiesto que pedía la creación de un centro público de documentación de la danza y "estructurar y fortalecer la formación en danza tradicional". El documento se titula Manifiesto por la Danza Vasca y ha conseguido muchas adhesiones, tras conversaciones a lo largo de estos dos últimos meses. En la elaboración del texto han tomado parte 160 personas, que son miembros de grupos de danza, de formaciones musicales y de asociaciones relacionadas con el folklore y las danzas tradicionales vascas. El principal impulsor ha sido el grupo de danza Kezka, de Eibar, que está coordinado por Oier Araolaza.

Las formaciones de danza vasca ya habían planteado estas reivindicaciones al departamento de Cultura que dirige Urgell. En los grupos operativos de este sector convocados para la elaboración delContrato Ciudadano por las Culturas (CCC) se habían puesto sobre la mesa estas necesidades, pero el CCC todavía se encuentra en el marco teórico.

BALLET CLÁSICO Iratxe de Arantzibia es representante de danza en Euskadi en la CID-Unesco (las Naciones Unidas de la danza) junto con Igor Yebra y Alicia Gómez Linares. Esta periodista, crítica y gestora de eventos de ballet clásico, cree que "la danza, siendo como es la cenicienta de las artes escénicas, se mueve en Euskadi, aunque quizás no con la rapidez que nos gustaría. En estos momentos estamos intentando pasar de una fase embrionaria a plantearnos la creación de una industria cultural, que la danza hoy por hoy no tiene", explica.

DIÁSPORA Euskadi es un país pequeño, con escasa oferta académica y, sin embargo, exporta grandes bailarines clásicos que triunfan en el extranjero. Existe una cantera de mucha calidad con nombres como Alicia Amatriain, principal bailarina de Stuttgart, Asier Uriagereka, del ballet de Montecarlo, Igor Yebra, Bailarín Estrella del Ballet de la Ópera de Burdeos o la zumaiarra Lucía Lacarra, estrella del ballet de la ópera de Munich.

"Hay unos sesenta bailarines vascos que están cosechando grandes éxitos en el extranjero, una generación que está a punto de retirarse, otra que se encuentra en la mitad de su carrera y un grupo de bailarines más jóvenes que se están incorporando. Tenemos profesionales clásicos maravillosos, internacionalmente muy conocidos; contemporáneos que han trabajado con los mejores coreógrafos, pero debemos ser inteligentes para utilizar todo este talento y aprovechar a estos bailarines cuando se vayan a retirar para formar a las siguientes generaciones. Muchos de los que están fuera se han beneficiado de una política de becas aquí y sería interesante que ese talento, en el que, de alguna manera las instituciones vascas han puesto su granito de arena, acabara revirtiendo en Euskadi".

Para Iratxe de Arantzibia lo más importante en estos momentos de cara a constituir una buena base en la danza en Euskadi "es que abordemos el tema de la educación, que pueda haber más y más completos estudios de danza, que sean homologados y que formemos a buenos profesionales. Hay suficiente cantera, pero falta educación y crear cultura de danza".

JON UGARRIZA Tras subirse a los principales escenarios del mundo, Jon Ugarriza decidió un día colgar las zapatillas y fundar la empresa MQDanza para crear trabajos coreográficos para bailarines profesionales del English National Ballet, el Wiesbaden Staats ballet Berlín, el Ballet de la Ópera de Niza o el Joffrey Ballet de Chicago. También ha llevado la danza a canciones de Mikel Laboa o Benito Lertxundi.

Como bailarín y como empresario sabe lo difícil que es abrirse camino en este mundo de la danza en Euskadi, pero él lo ha conseguido con mucho esfuerzo, mucha profesionalidad y mucha imaginación. Echa en falta, no obstante, la existencia de una compañía vasca, "ya que aquí no existe ninguna, no hay ninguna escuela que tenga la continuidad hacia la profesionalización"; y un poco más de ayuda institucional, concretamente del Gobierno vasco. "Hay una partida para la producción de danza, a la que he presentado dos trabajos. El coste de estas producciones es alto y solo he pedido al Gobierno vasco una partida mínima, yo pongo encima de la mesa el resto. Pero, sin esa ayuda, me ha resultado imposible sacarlos adelante". Confiesa que está muy molesto porque "el tribunal de esta modalidad no tiene la titulación de danza. Ellos pueden ser buenos en su ámbito, pero no pueden evaluar este tipo de proyectos".

Coincide con Iratxe de Arantzibia en la necesidad de contar con centros de formación y le gustaría que el Centro de Artes Escénicas del País Vasco, impulsado por Lakua, pudiera suplir esta falta, pero no acaba de arrancar. Pero, insiste: "Lo importante es que haya gente experta en el proyecto. La idea original es buenísima porque se trabaja con los técnicos dentro del mismo sitio, se retroalimenta todo. Pero me preocupan algunos aspectos como que tiene que estar llevado por profesionales. Tiene que convertirse en un centro de referencia en todo el mundo". La danza se sigue moviendo en Euskadi, aunque todavía le quedan muchas asignaturas pendientes.