La danza se mueve en Euskadi

Aunque en la CAV hay un alto nivle, se echa en falta una mayor oferta académica

Pero, ¿cómo se encuentra la situación de la danza en Euskadi? Una amplia representación de los grupos y asociaciones de danza tradicional vasca se congregaron recientemente en Eibar para firmar un manifiesto que pedía la creación de un centro público de documentación de la danza y "estructurar y fortalecer la formación en danza tradicional". El documento se titula Manifiesto por la Danza Vasca y ha conseguido muchas adhesiones, tras conversaciones a lo largo de estos dos últimos meses.

Iratxe de Arantzibia es representante de danza en Euskadi en la CID-Unesco (las Naciones Unidas de la danza) junto con Igor Yebra y Alicia Gómez Linares. Esta periodista, crítica y gestora de eventos de ballet clásico, cree que "la danza, siendo como es la cenicienta de las artes escénicas, se mueve en Euskadi, aunque quizás no con la rapidez que nos gustaría. En estos momentos, estamos intentando pasar de una fase embrionaria a plantearnos la creación de una industria cultural, que la danza hoy por hoy no tiene", explica.

Aquí hay una escasa oferta académica y, sin embargo, se exportan grandes bailarines clásicos que triunfan en el extranjero. Existe una cantera de mucha calidad con nombres como Alicia Amatriain, principal bailarina de Stuttgart, Asier Uriagereka, del ballet de Montecarlo, Igor Yebra, bailarín estrella del Ballet de la Ópera de Burdeos, o la zumaiarra Lucía Lacarra, en la ópera de Munich.

"Hay unos sesenta bailarines vascos que están cosechando grandes éxitos en el extranjero, una generación que está a punto de retirarse, otra que se encuentra en la mitad de su carrera y un grupo de bailarines más jóvenes que se están incorporando. Debemos ser inteligentes para utilizar todo este talento y aprovechar a estos bailarines cuando se vayan a retirar para formar a las siguientes generaciones".

Para Iratxe de Arantzibia lo más importante en estos momentos para constituir una buena base en la danza en Euskadi "es que abordemos el tema de la educación, que pueda haber más y más completos estudios de danza, que sean homologados y que formemos a buenos profesionales. Hay suficiente cantera, falta educación y crear cultura de danza".

Tras subirse a los principales escenarios del mundo, Jon Ugarriza decidió un día colgar las zapatillas y fundar la empresa MQDanza para crear trabajos coreográficos para bailarines profesionales.

Como bailarín y como empresario sabe lo difícil que es abrirse camino en este mundo de la danza en Euskadi, pero él lo ha conseguido con mucho esfuerzo, mucha profesionalidad y mucha imaginación. Echa en falta, no obstante, la existencia de una compañía vasca, "ya que aquí no existe ninguna, no hay ninguna escuela que tenga la continuidad hacia la profesionalización"; y un poco más de ayuda institucional, concretamente del Gobierno Vasco.

"Hay una partida para la producción de danza, a la que he presentado dos trabajos. El coste de estas producciones es alto y solo he pedido al Gobierno Vasco una partida mínima, yo pongo encima de la mesa el resto. Pero, sin esa ayuda, me ha resultado imposible sacarlos adelante". Confiesa que está muy molesto porque "el tribunal de esta modalidad no tiene la titulación de danza. Ellos pueden ser buenos en su ámbito, pero no pueden evaluar este tipo de proyectos".