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La danza que no pare
Danzas vascas para adultos
LAS danzas son la expresión de un pueblo, de una cultura y de una forma de ser y sentir. Por ello, no han de perderse; es un patrimonio colectivo que debe transmitirse de generación en generación. En algunos casos, con el paso del tiempo, quienes se han dedicado al baile tradicional abandonan su práctica. El grupo Salbatzaileak del barrio Castaños lleva cuatro años ofreciendo, de forma ininterrumpida y gratuita, cursos de danzas para todas las edades, una iniciativa que será única este año en Bilbao, puesto que otros grupos que ofrecían esta opción, por el momento, no tienen previsto ofrecer cursillos de este tipo. Este año, Salbatzaile Dantza Taldea ofrecerá estas clases todos los lunes y los miércoles a partir del próximo día 22.
"En bailes populares llevamos alrededor de 30 años, Salbatzaileak lo inició Begoña Arroyo, que fue su fundadora", recuerda Gontzal Arroyo. Pero no fue hasta hace cuatro años cuando se establecieron en su actual sede del número 27 de la calle Castaños, cuando pudieron ofrecer sus cursos de danzas para personas de todas las edades. "Cualquiera pueda bailar las piezas que se tocan en las romerías que se celebran en las plazas; es lo que nosotros enseñamos a las personas mayores de 18 años", señala Arroyo.
En estos talleres ofrecen tres tipos de cursos: el de iniciación, los lunes de 20.15 a a 21.15 horas; el avanzado, miércoles de 20.00 a 20.45 horas, y el de veteranos, los miércoles de 21.00 a 21.45 horas. "En iniciación, se sepa algo o no, empezamos absolutamente de cero, comenzamos desde lo más básico", destacan. Para participar en estos talleres no es necesario pertenecer al grupo de danzas, sino que tan solo hubo que apuntarse entre los días 2 y 3 de octubre. "La verdad es que este año ha sido un éxito rotundo: en media hora llenamos las 105 plazas que teníamos disponibles. Siempre llenamos las clases, pero este año ha sido muy rápido", reconoce Gontzal.
LIMITACIONES Las principales limitaciones de estos cursos son los recursos y la capacidad de las salas. "No podemos ofertar más plazas porque no tenemos más sitio: el local donde hacemos las clases tiene solo sitio para poco más de 30 personas", admiten desde Salbatzaile Dantza Taldea. No hay un perfil determinado de alumno de estos cursos en los que se enseña a bailar jotas, arin-arin, polkas, muxikos o el baile de la era, entre otros. "Aquí vienen personas de todo tipo, desde jóvenes a personas mayores, pasando por padres que tienen a sus hijos aprendiendo a bailar y les ha picado el gusanillo", explica Gontzal. Especialmente significativo es el caso de los aitas que, tras apuntar a sus hijos a danzas, han acabado animándose a participar. "Alguno, tras ver a sus hijos bailar, se anima y quiere aprender para poder bailar con ellos. Es algo muy curioso", admite Gontzal. Todos los alumnos forman una pequeña familia en la que "el buen rollo reina y la gente se divierte mucho". Tanto es así, que desde el grupo de danzas afirman que el boca a boca es su mejor propaganda y que ahí está la base de su éxito en el barrio.
"Nosotros hacemos esto por amor al arte y porque creemos que esta es una labor muy importante para que las danzas no se pierdan", reflexiona Gontzal. Y es que el tirón de las danzas se simbolizaría en una imagen: "Es muy bonito que se toque cualquier pieza en una plaza y que mucha gente baile".
Con el objetivo de que esa imagen sea totalmente real, Salbatzaile Dantza Taldea se está erigiendo en el barrio Castaños como los salvadores de la tradición y la cultura dantzari. "Somos un agente muy activo en el barrio y queremos que la gente se lo pase bien. Por eso, ayudamos en todos los eventos festivos que se organizan en Castaños como los Carnavales, Olentzero o, recientemente, cuando pusimos pantallas para ver las finales del Athletic", concluye Gontzal Arroyo.
Personas de todas las edades aprenden o perfeccionan sus pasos de danzas tradicionales en el grupo Salbatzaile Dantza Taldea. (Foto: DEIA)
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