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La danza de las 'Pobres bestias'
Se titula Pobres bestias , pero no es tan cruda como indica su nombre. "Es la obra más poética y paisajista que hemos creado nunca". La pareja de artistas se conoce bien. Formaron, en 1996, su propia compañía, La Intrusa, con la que han llevado a escena Tres tristes strip-teases y otros experimentos arriesgados.
En este caso, su apuesta es la danza, la música en directo y el vídeo, en una obra con una gran carga conceptual que podrá verse hasta el domingo en el teatro vasco. "El origen de Pobres bestias -cuenta Virginia- es una pérdida de fe en el ser humano. Hemos dejado de movernos desde el corazón y para el corazón".
El título no es cuestión baladí. Son Pobres bestias , pobres bestias que avanzan extenuadas por un camino hostil sin saber dónde van o quién les manda. "Las bestias somos tú, yo, cada uno de nosotros", remarca García.
Las bestias son los dos bailarines, expertos en movimiento, el actor Jorge Fuentes y el cuarteto de músicos que interpretan la composiciones de Enric Montefusco en directo. Pobres bestias nace y crece en equipo, y el parto ha sido duro. "Ahora, la verdad, solo pienso en dormir", confiesa Muñoz, Premio Max al Mejor intérprete masculino de danza por su espectáculo Staff . "La bestia quiere volver a su cueva", sentencia, con una gran sonrisa, García.
inspiración > krump
Desde los barrios de New York
Cuál es el origen o en qué se basa parecen preguntas acertadas para una producción que no cuenta una historia concreta. Pobres bestias no surge de una lectura, una película o una experiencia. "Sólo había que mirar alrededor", asegura García con la mirada fija en el interlocutor. "Los artistas tenemos la responsabilidad de reflejar lo que está pasando, y la obra es un reflejo de la sociedad", asegura la bailarina, que pasó un año entero leyendo, documentándose y preparando el texto sobre el que se construyó el espectáculo.
Ese texto, que ahora recuerdan todos como un "drama imposible", terminó derivando en ironía, sonrisa y pasión.
Los movimientos de los bailarines no están basados en los de las bestias, sino en una forma de bailar hip hop típica de los barrios más oscuros de Nueva York, el krump. "Es una danza muy violenta que llevan a cabo las bandas. En vez de pegarse tiros y navajazos, deciden bailar llevando a cabo la gestualidad típica de la pelea", explica Muñoz. El resultado, una dura pelea con el aire. Las bestias muerden el aire hasta que les duele la mandíbula.
Después, cuando han terminado, se entretienen en el espectáculo sangriento de moder a los otros. Son fórmulas poéticas para la puesta en escena. Pistas que han seguido desde el violinista hasta el actor, Jorge Fuentes, que se ha mimetizado con los bailarines hasta el punto de convertirse en uno de ellos.
"Nos ha sorprendido muchísimo porque la idea no era que Jorge entrara en la parte del movimiento", confiesa García. "Pero ha sido muy positivo porque nosotros trabajamos la energía lo cotidiano del gesto, y su participación da mucha credibilidad a la obra", continúa Muñoz.
Damián Muñoz y Virginia García.Foto: David Ruano
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