La danza continúa

Crítica, Ballet Biarritz Junior

Hemos apreciado, además, una cierta vuelta al predominio del baile, con menos experimentación, con menos danza-teatro. Lo cual, por cierto, agradece el público. Esto no quiere decir que no se busque la novedad, la originalidad de los pasos; pero siempre dentro de una narración en la que prima la danza con base fundamental en lo clásico. La compañía de Nacho Duato 2 -que actuó en el Gayarre dentro de su ciclo-, Aldanza, de Almudena Lobón, y el Ballet de Biarritz Junior han sido tres ejemplos espectaculares de un lenguaje neoclásico que narra las situaciones y sentimientos de los hombres con singular belleza. El empuje y el éxito de los jóvenes que suben al escenario dancístico es semejante al entusiasmo de las jóvenes orquestas que ruedan por ahí de la batuta de los grandes maestros: la Mahler orquesta, o la Simón Bolívar, por poner dos ejemplos magníficos; todos con un enorme trabajo detrás.

Ciñéndonos a uno de estos espectáculos que cerraban el ciclo: los de Biarritz mostraron una vez más el extraordinario sentido del humor que tienen las coreografías de su maestro -Malandain-. Gnossienes trabaja sobre la simplicidad -que no la simpleza- de la música de Satie. Música diáfana y cristalina que adquiere corporeidad en unos ejercicios que comienzan en la barra, convertida en columpio o apoyo de unos pasos bien cuadrados y muy nítidos. Extraordinaria interiorización de la música por parte de los bailarines, que aguantan las cadencias del piano con unas caídas lentas y muy sincronizadas.

Blé noir es una incursión en el folclore bretón a través de una leyenda sobre una viuda negra que envenena a sus amantes. Es una estilización del folclore. Sutil y respetuosa con la música, pero un poco sosa; quizás porque no conocemos la tradición bretona.

Sí que me pareció magistral la coreografía que cerró el espectáculo con música de Brahms. De nuevo la libertad y el desenfado, junto con la originalidad y la gracia, del coreógrafo francés nos deparó una narración absolutamente contrastada entre la música del señor Brahms -siempre enjundiosa, incluso la de las danzas húngaras- y el ambiente de un salón de baile. A la impecable definición de los personajes -el tímido, el simpático y el chulo, en los bailarines, con sus correspondientes partenaires en las bailarinas-, siguió una entretenida y muy bien tejida danza que nos traslada a las fiestas populares, a los encuentros y desencuentros entre los amantes, a la universalización de una música que, partiendo de su frondosidad rítmica y su concreción territorial, se humaniza y nos transporta a cualquier lugar del mundo.

Gustó la función y se aplaudió con ganas a los bailarines.

ballet de biarritz junior

Director artístico: Thierry Malandain.
Programa: Tres coreografías de Mandalain. 'Gnosiennes', con música de Satie;' Blé Noir', con música tradicional bretona, y 'Danses qu'On Croise', con música de Johannes Brahms. Ciclo Escena del Gobierno de Navarra.
Lugar: Casa de Cultura de Noáin.
Fecha: 27 de abril de 2008.