La cultura vasca une su tradición y su contemporaneidad

La compañía de danza Kukai vuelve mañana al Principal junto a La Veronal para presentar ‘Oskara’

Desde finales de la pasada década, dentro del proceso creativo que lleva a cabo la compañía, Kukai propone a personas externas a su disciplina el encuentro con el grupo para poder desarrollar montajes que le ayuden a abrir otros caminos y contar con nuevas perspectivas. Al fin y al cabo, en todos los ámbitos de la vida viene bien de vez en cuando contar con un soplo de aire que venga de fuera. En esa senda, la última unión se ha producido con La Veronal y Marcos Morau, Premio Nacional de Danza en 2013, para dar lugar a Oskara, que mañana llega a la capital alavesa.

En concreto, la cita se producirá a partir de las 20.30 horas en un Principal que todavía tiene entradas a la venta por 18, 12 y 6 euros. Sin un hilo argumental concreto, el interés del proyecto pasa por establecer una serie de preguntas y reflexiones sobre el encuentro de la cultura tradicional y la contemporánea tomando a Euskal Herria como espacio de trabajo, según explicó ayer Jon Maya, director del montaje y alma de Kukai.

Cinco bailarines y la voz de Erramun Martikorena son los elementos humanos que dan vida a la hora que dura el espectáculo, una propuesta que transcurre en una escena blanca, “fría”, inquietante.

“La verdad es que las propuestas que solemos hacer Kukai y La Veronal son muy diferentes y eso, en un primer momento, podría parecer un obstáculo, pero todo lo contrario. Ha sido un proceso muy intenso, una adaptación mutua muy interesante”, apuntó Maya, quien recalcó que en las representaciones realizadas hasta ahora en Donostia, Bilbao y Baiona así se ha percibido por parte del público.

Mañana llega el turno de los espectadores gasteiztarras, que han tenido la posibilidad de ver a las dos compañías por separado. “En Oskara la gente puede ver mucho la mano de La Veronal, pero al mismo tiempo se percibe de manera clara que es una obra muy propia de Kukai”, un montaje donde lo tradicional se asoma en segundas o terceras capas, es decir, más como una sugerencia que como algo explícito pero siempre con un peso específico en diálogo con el lenguaje de la danza contemporánea. “Es un encuentro del que nosotros hemos sido capaces de sacar una chispa positiva o así lo vemos, por lo menos”.

Cuatro de los cinco bailarines que dan vida al montaje, ayer en la calle San Prudencio.