La crisis no para la danza

A pesar de la situación económica, en Euskadi no se ha dejado de programar espectáculos de nivel

Precisamente fue en verano cuando tuvo lugar uno de los acontecimientos de danza del año. En plena explanada de Abandoibarra, se celebró la gala Los Vascos y la Danza. Fue un espectáculo de alto nivel en el que participaron figuras vascas de gran proyección internacional dentro de la programación musical de la Aste Nagusia bilbaina, concretamente el día 27 de agosto. En el escenario se pudo ver a la hondarribitarra Itziar Mendizabal, primera bailarina del Royal Ballet de Londres, o a Iker Murillo, intérprete principal de ballet de Basilea (Suiza), que bailó, entre otros temas, El paso a dos del corsario. También se subieron al escenario los bilbainos Beatriz Pérez y Roberto Hernández, campeones del Estado de bailes de salón y subcampeones del mundo, que dieron vida al musical Dirty Dancing, o los campeones de Euskadi de euskal dantza Arkaitz Pascuas y Nagore de las Cuevas. Todo ello en un espectáculo que conquistó a más de 9.000 personas.

Este éxito volvió a repetirse el 31 de octubre, la noche en la que el Palacio Euskalduna acogió la séptima edición de la gala Los Vascos y la Danza, dirigida por Andoni Aresti, quien acompañado de Arkaitz Pascuas interpretó el agurra Zuretzat amama, una pieza que dio paso a la joven de 16 años Maider González, ganadora del 5º Premio Bilbao para Jóvenes bailarines, que interpretó Mascheràta. Por su parte, Javier Amo y Maira Fontes del Ballet de la Ópera de Munich, actuaron en la gala con Tchaikovsky Pas de Deux, mientras que la coreografía de Jon Ugarriza Txoria, txori, interpretada por Itziar Mendizabal y Johannes Stepanek, del Royal Ballet de Londres, fue un homenaje a la figura de Mikel Laboa, y una de las grandes actuaciones que se dieron el pasado año en los escenarios vascos. Pero esa noche fue especial además por el estreno del ballet Kai, coreografiado por Jon Ugarriza e interpretado por Mendizabal y Stepanek, con la música de Lau teilatu, de Juan Carlos Pérez, y Baga, biga, higa, de Mikel Laboa.

Grandes escenarios Tanto el Teatro Arriaga de Bilbao y el Victoria Eugenia de Donostia, así como los auditorios del Kursaal y del Euskalduna acogieron durante el pasado año algunos de los mejores espectáculos. En febrero se dieron cita en el Kursaal, Malandain Ballet Biarritz y la Orquesta Sinfónica de Euskadi para ofrecer la obra Magnifique. El Teatro Victoria Eugenia de Donostia ofreció otra gran obra: Onegin de la mano del Eifman Ballet en el mes de mayo, y en agosto el espectáculo To the ones I love, de la Compagnie Thor. En agosto también el Kursaal ofreció una obra destacada que vino con el Ballet del Gran Teatro de Ginebra. Fue Romeo y Julieta, en una versión enmarcada en la 72º Quincena Musical de Donostia y coregrafiada por la prestigiosa exbailarina Joëlle Bouvier. El Ballet Nacional de Cuba también subió al escenario del Kursacon el clásico El lago de los cisnes, uno de los ballets más célebres de Tchaikovsky, para ofrecer un espectáculo cargado de romanticismo y lirismo el pasado 26 noviembre. El Euskalduna también fue escenario de clásicos, como La Cenicienta, el 27 de noviembre, con la única música de Johan Strauss (hijo) compuesta expresamente para ballet, y dirigida por Alicia Alonso con una versión que fue estrenada en La Habana en marzo de 1996.

Por su parte, la estrella rusa Diana Vishneva se subió al escenario bilbaino del Arriaga para el estreno del nuevo espectáculo de danza del coreógrafo Édouard Lock para la compañía La La La Human Steps, que reunió a 12 bailarines en el escenario de este teatro con música en directo. También acudió al Arriaga la Compañía Nacional de Danza con las obras Noodles, Gnawa y White darkness, el pasado 15 de abril.

Verdini dantza taldea 2011 también fue un año importante para esta compañía de danza donostiarra que se encuentra próxima a celebrar las dos décadas de su creación. Este es un proyecto que nació en el año 92 vinculado a la figura de Isabel Verdini dado el vacío en cuanto a compañías de formación y desarrollo de las capacidades artísticas de las personas con discapacidad.

El pasado 2011, la iniciativa de la coreógrafa Verdini recaló, entre otros eventos, en el Festival de Cine y Derechos Humanos celebrado en el Teatro Victoria Eugenia, el pasado 9 abril con su espectáculo Dan-tzaria naiz /Soy bailarín. Esta es una compañía que trabaja por y para el desarrollo e integración de las personas con discapacidad y que tiene como meta formar personas para que puedan desenvolverse en su entorno. Todo ello lo logran a través de la danza contemporánea.

La danza tradicional vasca también tuvo mayor espacio el pasado año y dio muestras de ser un apartado con grandes posibilidades en el escenario. En cuanto a versiones tradicionales, la compañía Argia ofreció la obra Aunitz urtez, el pasado mes de octubre, aunque también hubo ocasión de ver espectáculos como Karrikan de Kukai, un espectáculo de calle para seis bailarines y un Dj que se pudo ver en las calles de Euskadi. También fue un año de impulso para las obras de danza infantiles. En este sentido, el Victoria Eugenia acogió el estreno absoluto del montaje Buba, de la compañía Kresala, el 26 de diciembre.

Premiados La Asociación de Profesionales de la Danza de Gipuzkoa entregó los Premios de la Danza de su novena edición el pasado 30 de abril en el Teatro Principal de Donostia a Asier Edeso, del Ballet de Monte-Carlo, quien se alzó con el Premio Revelación 2011. Por su parte la profesora Mª Teresa Fagoaga recibió el Premio Dedicación a la Danza 2011.

También la guipuzcoana Lucía Lacarra, bailarina Principal del Ballet de la Ópera de Munich, recibió el Premio del Público en el Festival Dance Open de San Petersburgo, por su interpretación del paso a dos Thais. Con los buenos resultados del pasado año, el 2012 se prepara para ser un año fuerte en cuanto a espectáculos de danza en los escenarios vascos, con el objetivo de seguir sumando aficionados y sortear la crisis.