De una manera u otra, todo comenzó en Irlanda. Y no, no terminará en Irlanda, pero lo que sí hará la bailarina y coreógrafa tolosarra Amaia Elizaran será cerrar el círculo de la creación en el país de James Joyce, Bram Stoker y Oscar Wilde. Tras su participación ayer en el Pasaiako Dantza Festibala, Elizaran y la compañía que lleva su nombre viajarán la semana que viene a la capital francesa y, posteriormente, a Borris (Irlanda) para presentar su más reciente trabajo, Ihir, una conexión telúrica entre dos sociedades, la vasca y, por supuesto, la irlandesa –Ihir es un término en gaélico irlandés que significa tierra–.

En esta aventura la acompaña el dublinés Liam O’Maonlaí, líder de la reconocida banda de rock Hothouse Flowers, músico a la que la bailarina conoció en Galway en 2020, coincidiendo con la designación como sede de la Capital Europea. Fruto de la colaboración entre ambos –Elizaran viajó a Galway, gracias al Instituto Etxepare, para participar en un encuentro de artistas de lenguas minorizadas– surgió una primera pieza, Arima, a la que luego seguiría Ihir, pensada para espacios no convencionales, en la que la guipuzcoana pone el cuerpo, mientras el irlandés toca el arpa celta, en un proceso simbiótico que tiene mucho de improvisación, no sólo en la sala de ensayo, sino también en el escenario. Después de haber sido estrenada en Euskal Herria y presentada en muestras como dFeria, es el momento de exhibirlo en el extranjero, en dos citas que suponen la antesala de un verano cargado de proyectos.

El 15 de junio, Ihir se representará Centro Cultural Irlandés de la capital gala y, dos días después, dará el salto a las islas para participar en la convención Escritura e ideas de Borris, uno de los encuentros encuentros literarios más importantes de Eire. De hecho, Elizaran y O’Maonlaí compartirán programa con escritores como Ian McEwan o Richard Ford, cantantes como Imelda May o músicos como Warren Ellis, habitual colaborador de Nick Cave. En ambos casos, representarán la versión larga de la coreografía (45 minutos) y lo harán en espacios inicialmente no pensados para la danza, permitiendo al público una cercanía e, incluso, rodear a los intérpretes durante su actuación.

“Uno de los objetivos cuando creamos Ihir era que fuese un espectáculo fácil de mover”, cuenta la bailarina y coreógrafa en una conversación con este periódico. Así, imaginaron la continuación de Arima, con una propuesta que no buscase que el espacio se ajustase a la obra, sino que fuesen los mismos intérpretes los que se adaptasen a los lugares, no sólo a espacios que les ofrecían terceros, sino también a enclaves que les inspirasen como escenarios ideales para desarrollar todo el potencial de la pieza. Por supuesto, la versatilidad de la obra facilitaba el segundo objetivo, llegar a Irlanda que es “donde surgió todo” en 2020. “Por fin, estrenamos Ihir allí”, afirma Elizaran, aliviada. A renglón seguido, añade que está segura de que será un estreno “especial” para ambos artistas.

Escritura e ideas será “un buen escaparate” para el tándem que forman el músico y la bailarina. Este festival, detalla la tolosarra, va más allá de la mera exposición de las obras de los artistas, centrándose en diseccionar los procesos creativos que llevan a ellas, poniendo el énfasis “en el trabajo que hay detrás de lo que se ve”. De forma paralela, al ser un encuentro centrado en las artes, se programan actividades paralelas como conciertos o, en este caso, coreografías como Ihir, y también una sesión de yoga con música en directo de la que también se encargarán Elizaran y O'Maonlaí.

A esta pieza, la séptima que Elizaran ha creado como coreógrafa, aún le queda recorrido. Aunque no se encuentra inmersa en el proceso de diseño del siguiente proyecto, empieza a pensar qué, cómo y con quién lo desarrollará. “Queda lejos, pero me imagino un estreno en 2025”, ríe, para luego avanzar que, aunque se pondrá a imaginar su siguiente pieza el año que viene, Arima e Ihir “aún tienen que vivir”: “No soy una artista a la que le gusta estrenar piezas largas cada año”.

Un verano muy movido

La agenda de actuaciones de Amaia Elizaran viene cargada de actividades para este verano, tanto en lo que se refiere a su compañía de baile, como a otros proyectos en los que participa como intérprete. Por ejemplo, el 21 de este mes participará en el Solsticio de Verano de Chillida Leku, dentro de una propuesta “única” y que no tendrá repetición, encabezada por los txalapartaris de Oreka TX, y en el que también participarán Xabier Zeberio, de Alos Quartet, y el acordeón de Gorka Hermosa, junto a las voces de Thierry Biscary y Nahia Zubeldia. La propuesta, explica Elizaran, se centrará en un recorrido por varias de las esculturas de Chillida. Los movimientos improvisados al momento seguirán algunos temas seleccionados por Oreka TX. “Será algo abierto. Habrá que ver qué es lo que me propone la escultura, el espacio que tengo y adaptarme al entorno en ese momento”, cuenta.

Un mes después de la actuación en Chillida Leku, Elizaran participará en Bidaia/Die reise, un espectáculo de Alos Quartet, agrupación liderada por Xabier Zeberio con la que habitualmente colabora, y de Hika Teatroa, en la que también participará la actriz Itziar Ituño. Todo parte de una invitación de Marcus Englert, creador interesado en la creación vasca que llegó a viajar desde Alemania hasta Lesaka para ver una actuación de Alos Quartet, de la que se quedó “enamorado”. Posteriormente, también viajó a Basauri para ver una representación de Arima. Alos Quartet pone la música a este espectáculo en el que Ituño canta y Elizaran baila junto a Eneko Gil y Gorka Durán. En total, doce artistas multidisciplinares participarán en este proyecto que se estrenará en Lauchheim el 21 de julio.

De forma paralela y dentro de esa agenda repleta de propuestas, durante el mes de agosto Elizaran acompañará por tercer verano al cuerpo de baile de la compañía de Iparralde Rouge Elea en una gira por el Estado francés, mientras que en septiembre volverá a Irlanda, una vez más. En este caso ha sido invitada por O’Maonlaí a participar en el Electirc Picnic, el mayor festival de artes que hay en Irlanda y que se celebra en Stradbally. La organización ha cedido un espacio al líder de Hothouse Flowers para que durante dos días cree en colaboración con distintos artistas, entre los que se encuentra su partenaire vasca. Con dos viajes a aquella isla a principio y a final de verano, la bailarina tolosarra volverá a su tierra más irlandesa que nunca.