La Comparsa y los txistularis cierran las fiestas de Villava

En un ambiente festivo y soleado, Villava cerró ayer sus nueve días de fiesta con actos tradicionales, en los que no faltó la música, como la XIII edición del Alarde de Txistularis, o la ilusión por parte de los más txikis, como se puso de manifiesto en la despedida de la Comparsa de Gigantes.

El evento musical congregó a multitud de villaveses en la plaza Consistorial. La Asociación de Txistularis de Navarra, compuesta por personas provenientes de escuelas musicales y del Conservatorio, (aunque también participó gente de Guipúzcoa o Álava), se encargó de deleitar a los allí presentes con un amplio repertorio. La primera canción fue la biribilketa Zeledon en recuerdo a Javier Echeverría Navarlaz, quien se caracterizó por "acompañar a los gigantes de Pamplona durante 64 años". Otro homenajeado fue Lorenzo Ondarra, sacerdote capuchino, "ejemplo de trabajo constante", Premio nacional de las Bellas Artes por la obra Diálogos. Entre canción y canción, hubo varias actuaciones de dantzaris. El primero vino de la mano de Izaskun Iturri, coordinadora del grupo Oinak Arin, que bailó el zortziko. El segundo corrió a cargo de los seis txikis de Oinak Arin, que interpretaron el fandango Arin Arin, y el grupo de dantzas Mikelatz, de Villava, bailaron la jota Pilindros de Tafalla. El público también tuvo su turno de intervención e interpretó el canto Xalbadorren Heriotzean. Asimismo, con vistas al Nafarroa Oinez que se celebra el próximo domingo 16 en Tafalla, se cantó la canción. El acto se cerró con un Agur Jaunak.

EMOTIVA DESPEDIDA. Como es habitual, el último día de fiestas los gigantes se despidieron de los más txikis. Así, el rey y la reina Sancho, Pedro de Andosilla, Martintxo, Marichu y María recibieron besos de los más txikis. "En estos actos, los mayores y los txikis son los que mejor se lo pasan", afirmó Sergio González, tío de June Arraiza, de cuatro años. El próximo año, la Comparsa cumplirá 40 años y actualmente está compuesta por 20 miembros.

El día finalizó con el toro de fuego por la calle Mayor, la despedida de la Comparsa desde el balcón consistorial y el Pobre de mí.

Izaskun Iturri, del grupo Oinak Arin, baila el zortziko mientras la Asociación de Txistularis de Navarra interpreta la música.