La compañía navarra de danza Kon moción estrenará este domingo, 30 de abril, a las 20.00 horas en la casa de cultura de Villava EveryOne, una propuesta que reflexiona sobre la relación entre el individuo y la totalidad, entre el yo y los demás, y que se enmarca en la programación del festival DNA.

Como ya es costumbre en su trabajo, Becky Siegel, promotora de Kon moción y directora del montaje, ha ideado un montaje que mezcla la coreografía e improvisación coreográfica. “Esto último requiere que el bailarín sea muy creativo, que tenga un lenguaje propio muy amplio y rico, y a la vez sea capaz de sentir la composición global y tomar decisiones en cada momento”, señala Siegel. Es decir, que “mis bailarines encarnan exactamente el tema de EveryOne: que somos a la vez individuos y parte de la totalidad”, subraya. Y califica de “excepcional” la labor realizada por el elenco del espectáculo. “Me siento privilegiada por contar con los y las bailarines y bailarinas de Kon moción”. “Son humana y artísticamente extraordinarias. Se han entregado plenamente en este largo proceso. Todas han avanzado mucho y eso me da mucha satisfacción”. Se trata de Montse Zabalza, Lorea Esparza Siegel, Nekane Itoiz, Samuel Quel, Eva Azpilikueta, José Juan Ayúcar y Marié González. 

“Me he dado cuenta de que lo que hacemos es muy complicado y no lo puede hacer cualquier bailarín”, insiste Siegel, que revela el primer punto de partida de este proyecto. “La idea inicial de EveryOne nace del sueño de que el mundo de la danza navarra reflejara más la interculturalidad de la sociedad actual. Quería trabajar con inmigrantes, crear una obra rica en lenguajes de distintos países; una propuesta que explorara lo que supone querer alcanzar otra tierra, entrar un terreno poco amigable, el encuentro con el otro...” Y, de este modo, recrear un “macrobaile” resultante del fluir de las personas y de la fuerza vital que nos impulsa hacia delante pase lo que pase”. Sin embargo, finalmente “no pudimos trabajar con bailarines de otros países de otros países a pesar de todos mis esfuerzos”. “Vi que todos nuestros recursos, tiempo y energía tenían que ir hacia el montaje y que ese sueño se tenía que aplazar. Espero lograrlo algún día, porque la idea sigue ahí”, agrega la coreógrafa. Pese a todo, la esencia del concepto sigue presente en EveryOne, que presenta un tipo de movimiento “muy variado, muy expresivo, muy potente y también muy personal”. “Algo de movimiento es mío y una gran parte de los bailarines”, apunta. Respecto a la música, también es diversa y “sugerente”. “Aquí sí he podido trabajar con músicas de distintos países, desde la trompeta noruega de Nils Petter Molvae, hasta la flauta anglofrancesa de Magic Malik, pasando por la electrónica lituana MigloJE, el canto sueco de Bengt Ollen y el mestizaje del británico Peter Gabriel”.

'EveryOne'.

'EveryOne'. BRUAI

La propuesta se estrenará el domingo en el seno de DNA, en cuyas residencias comenzó a gestarse el año pasado. Siegel alaba este festival porque “nació de un diálogo largo, profundo y respetuoso entre el sector de la danza y del departamento de Cultura del Gobierno de Navarra”. “Precisamente, el formato actual pretende apoyar a las compañías y eso es muy importante, sobre todo para los jóvenes creadores”. Y, con motivo de la celebración del Día de la Danza este sábado, día 29, opina que hay “mucho que celebrar”. “La danza sigue uniendo a las personas como desde el principio de los tiempos. No nos van a reemplazar los robots. Nos seguiremos juntando en espacios físicos, conectándonos kinestésicamente. Seguiremos habitando nuestros cuerpos más que las pantallas. Seguiremos comunicándonos, buscando el entendimiento del otro que permite la creación artística”, concluye.

Akira Yoshida

Otro profesional de la danza navarro, Akira Yoshida, mostrará su última creación, Together To Get There, esta semana también en DNA. En concreto, el sábado representará junto a Lai Ayguadé el montaje Together To Get There, a las 20.00 horas en la casa de cultura de Zizur Mayor. Se trata de un encuentro entre dos, un abrazo, el sentir al otro, la comunicación sin palabra, el sentir del tiempo inmerso en un mundo creado entre dos. Un soporte mutuo. Un tiempo que se expande y se detiene como si nunca fuera a acabarse.