La compañía estrenó su último trabajo en Leioa

«No se refiere sólo a las barreras que tienen que superar las personas con discapacidad, sino también las que tenemos nosotros en nuestra relación con ellos», aclara la directora del grupo, la profesora de danza de Ortuella, Sarah Ramírez.

La de ayer también fue su actuación más difícil. No en vano, era la que requería una mayor coordinación de movimientos y sincronización entre los componentes del grupo. «Es lo que más esfuerzo les cuesta porque sus ritmos no siempre coinciden», afirma Sarah, para quien esto es también una virtud. Sin embargo, lo principal sigue siendo mejorar. Por eso, en su opinión, los ensayos tienen mucho de terapia. «Bailar es luchar contra las dificultades y superarlas», asegura.

'Barreras' se inicia con una pieza de baile en la que los protagonistas llevan la cara tapada con máscaras. «Disfrazan su discapacidad, pero no se trata de ocultarla, por eso luego se la quitan. Porque ellos se aceptan tal y como son», señala la directora de la compañía. No es el único simbolismo de su actuación, repleta de juegos dramáticos y con una escenografía cargada de complejidad. «En una de las partes simulan que son marionetas, pero también se revelan contra eso y rompen sus cuerdas», agrega.

La compañía cada vez busca piezas más elaboradas y ritmos más ricos, porque su objetivo es seguir creciendo y ser cada vez más profesionales. De hecho, su sueño es actuar algún día en el Palacio Euskalduna o en el teatro Arriaga, algo para lo que se consideran preparados y no dudan en reclamar una oportunidad. «Que nos juzguen cuando nos hayan visto, pero no antes», exigen.