La compañía de danza contemporánea Lasala que dirige Judith Argomániz presentará el sábado en el Victoria Eugenia, Shine, una obra de nueva creación –la decimoquinta que lleva a cabo en una década de carrera– y la segunda que llevan a escena este año, después de haber presentado hace unos meses la coreografía por el décimo aniversario.
La compañía de Argomaniz ofreció ayer por la mañana una pequeña muestra de lo que será el espectáculo que ocho bailarines de Lasala trasladarán al teatro en pocos días. Se trata de todo “un reto”, reconoció la coreógrafa donostiarra a este periódico. No en vano, el planteamiento de Shine, cargado de una poderosa música techno compuesta por Fernando Epelde, hará que el teatro junto al río Urumea se asemeje, prácticamente, a una rave.
Esta nueva coreografía, explicó su autora, explora la “objetualización del cuerpo, la búsqueda continua y la adicción al hedonismo, el cortoplacismo y la búsqueda de evasión”, en el contexto de un siglo XXI “turbocapitalista” y con un “modelo de autoesclavitud” generalizado. Para ello, presentan una similitud con la fe, para hablar de la “adoración al dj” o, desde un punto de vista más amplio, “cualquier cosa que pongamos sobre un altar”. “Creamos una propia religión dentro de la obra”, expuso.
Shine es una coreografía que tiene una duración de unos 50 minutos y que es absolutamente física, tal y como le gusta a Argomániz: “A mí me gusta ver acción en el escenario, la verdad”.
Diez años de Lasala
La compañía de la donostiarra ha cumplido una década, periodo que considera “un auténtico regalo”. “Disfruto mucho trabajando y ha sido un verdadero placer”, aseguró.