La calle fue de los dantzaris

El grupo Oin Arin ejerció de anfitrión en una jornada marcada por el sol y las altas temperaturas que hicieron buena la conocida expresión del 'veranillo de San Miguel'.

La plaza fue el punto de encuentro de los diferentes grupos invitados a la cita anual: Aurtzaka, de Beasain; Jakintza, de Ordizia; Irrintzi, de Zumarraga-Urretxu; Goruntz, de Gabiria; Amaiur, de Pamplona, y Jeikadi, de Cambo.

Ermita y residencia

Desde allí, comenzaron el desfile divididos en dos grandes grupos, animando a su paso las calles y barrios. Cada grupo realizó varias paradas entre las que cabe destacar, por su especial marco, las realizadas en la ermita de San Prudencio, con la vista puesta en el flamante Areria, y en el centro gerontológico Txindoki. Allí, un buen número de residentes quiso salir a la explanada de la entrada para ver de cerca las evoluciones de los jóvenes dantzaris, amén de algún que otro pequeño espontáneo que quiso sumarse a la fiesta con sus bailes. Tanto los unos como los otros provocaron la sonrisa del público, especialmente la de los mayores.

Tras efectuar las pertinentes paradas, los dos grandes grupos se reunieron en la calle Hirigoien para completar un colorista desfile hasta la plaza, en el que se pudo apreciar la bella estampa que formaban la variedad de los trajes con los que iban ataviados los grupos. Una vez en la plaza, pasada ya la una del mediodía, todos los dantzaris juntos ofrecieron un bonito alarde ante el numeroso público que se arremolinaba tras las vallas.

De esta forma terminó la mañana dominical en Lazkao que también estuvo animada por el paso de los corredores que tomaron parte en la VIII edición del Memorial Josetxo Imaz, que este año batió su récord de participación.

Por la tarde, fue el grupo Laket quien tomó el testigo de animador de la fiesta de los dantzaris con su romería y la gente siguió disfrutando de la animación y del buen tiempo que regaló este último domingo de septiembre.