La calle como escenario

El estreno de Bihar jaio nintzen, auspiciado por el programa de residencia Aterpean, despertó gran expectación, habida cuenta el considerable aumento de público. El coreógrafo Asier Zabaleta empleó sus conocimientos de danza tradicional para tender el puente hacia el lenguaje contemporáneo que bien conoce. Mejor hilvanado que otros estrenos del ezkiotarra, Bihar jaio nintzen explora vías de conexión hasta encontrar los puntos en común entre ambos estilos. Muy aplaudido este recién descubierto camino de fusión, que, quizás, queda algo empañado por las diferentes calidades de movimiento de sus intérpretes de Ertza. La compañía coruñesa Entremans ofreció Ven, un bello dúo, con gran sentido de la estética y brillante fluidez de movimientos. Para finalizar la jornada, los parisinos Black Blanc Beurre-B3 dieron un recital de acrobacias y giros imposibles, en una muestra de hip-hop, en la que crearon un curioso contraste al emplear música de Tchaikovsky para esta danza eminentemente urbana. Esta tarde, Dantza Hirian recala en Irun, con cuatro piezas, incluyendo, como novedad, un extracto de Lilas.