La bailarina bilbaína de 21 años murió por causas naturales, según su familia

La familia de Alazne López, la joven bailarina bilbaína que fue encontrada muerta en su domicilio de Dortmund (Alemania), cree que su fallecimiento se debió a causas naturales, según recalcaron sus allegados en una conversación con EL CORREO. En todo caso, insistieron en que habrá que conocer el resultado de la autopsia que le han practicado los forenses germanos para conocer las causas exactas del fallecimiento de esta bailarina profesional de 21 años, que estaba «bien de salud». La familia pide respeto hacia su intimidad en estos momentos «tan duros».

Las especulaciones en torno a la muerte de Alazne -la noticia de su fallecimiento fue adelantada por este diario- se dispararon después de que se hiciese público un despacho de prensa en el que se informaba de que la Policía alemana mantiene «abiertas» todas las líneas de investigación sobre la muerte «no aclarada» de la bailarina. Horas después, la familia se vio en la necesidad de hacer público un comunicado en el que se aseguraba que, «ante la incertidumbre y las informaciones publicadas por algunos medios», tenía que comunicar que el fallecimiento se debió «a una muerte súbita» y descartaron que estuviese relacionado con un episodio violento. «El ballet tiene una gran pérdida con ella», subrayaron.

López, nacida en 1993, empezó su formación como bailarina en la escuela de Igor Yebra en Bilbao y posteriormente se trasladó a Londres para seguir estudiando en la Escuela del Ballet Nacional Inglés. La bailarina participó en la coreografía de El lago de los cisnes, del coreógrafo Wayne Eagling, de la gala de clausura de los Juegos Olímpicos de 2012 en Londres. En Alemania trabajo en las ópera Estatal de Hannover durante una temporada y, más recientemente, en la de Dortmund. Acababa de terminar su trabajo en esta ciudad alemana.