Kresala Dantza Taldea actuará desde mañana y hasta el 6 de agosto en Suiza y Francia, en el seno de FIFO 2006

El grupo donostiarra de baile Kresala Dantza Taldea viaja este fin de semana a la localidad suiza de Martigny, donde participará en el Festival International Folklorique d'Octodure (FIFO). El festival se celebra desde mañana hasta el 6 de agosto y las actuaciones del grupo donostiarra tendrán lugar en la ciudad de Martigny, sede central del festival, y en las cercanas localidades de Morgins y Saxon. Kresala también ofrecerá dos exhibiciones en Francia, cruzando la frontera para actuar en las ciudades de Châtel-Chapelle d’Abondance y Chamonix.

La experiencia de viajar al extranjero no es nueva para los donostiarras. Francia, Grecia, Alemania, Italia, Croacia, Turquía, Hungría... son algunos de los países que han visitado desde que participaron en el Llangollen International Musical Eisteddfod (Gales) en el año 1975. 'Cada año los responsables artísticos del grupo preparan un espectáculo, enviamos la propuesta a distintos festivales y después escogemos entre las respuestas positivas, decidiendo a dónde queremos ir. Este año el espectáculo, ideado por Faustino Aranzabal e Idoia Ibarzabal, ha sido seleccionado en Martigny', explica a euskalkultura.com Nagore Guarretxena, miembro de Kresala.

Tradiciones del matrimonio y clases de baile

El repertorio de euskal dantzak que interpretarán los donostiarras incluye bailes como Maskarada, Iruleak, Otsagi, Eskalapoi Dantza, Arku Dantza, Ezpata Dantza, Luzaide, Azeri Dantza, Gasteiz y Besta Berri, entre otras. Una de las características del festival es que cada edición se propone un tema concreto obligatorio, que este año es el de 'las tradiciones de matrimonio' y los bailes relacionados con el tema. El grupo euskaldun impartirá asimismo una clase de dantza abierta al público en la que enseñarán algunos de los bailes vascos más tradicionales.

Durante su estancia en Martigny los dantzaris de Kresala se reunirán con algunos miembros de la Euskal Etxea de Suiza, que asistirán a sus actuaciones. 'Contactamos con los miembros de la Euskal Etxea y ellos se han portado fenomenal, aconsejándonos sobre las visitas a realizar en el viaje, las distancias... ', explica Nagore. Será una oportunidad inmejorable de disfrutar y dar a conocer esta parte de la cultura vasca, acompañando a las muestras del folclore y los bailes de otros pueblos. Y es que, como reza el lema del festival, tan acertado en estos tiempos de globalización, 'no se puede ser ciudadano del mundo sin llevar un pueblo en el corazón', concluye la dantzari de Kresala.