Hoy sábado se celebra la última de las cinco jornadas del festival Bilboko Kalealdia, en el que participan un total de 32 compañías que ya han llevado a escena un buen puñado de los 86 espectáculos previstos en diferentes localizaciones de la capital vizcaina.
La compañía circense Eia pondrá el broche de oro a la cita con Nuye a las 23.00 horas en la Plaza Arriaga. La pieza, en la frontera entre la danza, el teatro físico y el circo –galardonada con el premio al mejor espectáculo de circo de sala en los Premios Zirlólika 2022–, propone un despertar en un lugar solitario después de un aislamiento. “Empezamos a buscar en nuestro interior hasta que el choque con el mundo exterior nos hacer darnos cuenta de la necesidad de ir a buscar y conectar con el otro. Con otras personas. Y poder tocarlas, darles la mano, abrazarlas, compartirlas…”, cuenta los de Eia sobre el mismo en su sitio web.
Antes, a las 21.30, el artista Jean Philippe Kikolas interpretará una segunda función de Duelo en el parque de Doña Casilda, que también será escenario del último pase de Olvido Flores. Las maravillas de Júpiter (Estefanía de Paz Asín), a las 21.00 horas, y de Top Down, de Triochka (La), que ofrecerán en este mismo lugar dos funciones: a las 18.00 y a las 20.45 horas. Por su lado, el grupo Rojo Telón interpretarán a las 18.45 horas un pase de su último trabajo, Transir, en la zona del estanque de este pulmón verde. En la Pérgola actuarán las integrantes de Dab Dantza Konpainia a las 19.30 horas. Acuden a la cita con la pieza Noeud y en las inmediaciones del estanque Lokke y Olatz de Andrés propondrán dos funciones –a las 17.30 y a las 20.15 horas– del show Doppel-Leo.
Así, este céntrico parque bilbaino será escenario de los últimos espectáculos programados para la 25ª edición del festival municipal, que según su director, Pedro Ormazabal, se cierra con unos datos de afluencia muy positivos. “Kalealdia termina hoy, pero me consta que el público está recibiendo muy bien nuestra propuesta”, cuenta. Dice, también, que a los buenos datos de afluencia cosechados por el festival municipal –todavía no oficiales, a la espera del cierre– “el buen tiempo que nos ha acompañado en los últimos días”.
Ese público, según Ormazabal, está mayoritariamente formado por familias del territorio, aunque también ha podido apreciar un incesante goteo de espectadores foráneos.
Respecto a los espectáculos que se han llevado a escena en el 25 cumpleaños de Kalealdia, Ormazabal destaca tres: Rap rural – Amor más que nunca, de Bewis de la Rosa; Interie, de Underclouds, y B.O.B.A.S (Banda Orquestal Benéfica de Actos Sepulcrales), de Jimena Cavalletti y CIA. “Son espectáculos novedosos. Bewis atrajo a mucha gente joven. Hubo muchísimos chavales acompañándola y cantando las canciones. Además, tiene una fuerza increíble sobre el escenario”, detalla el director del festival. “Y los Underclouds propusieron un espectáculo muy interesante con una estructura de metal, algo a caballo entre el circo y la danza que fue una verdadera delicia”, agrega. Sobre la compañía de Cavalletti dice “que ahí donde van arrasan”.
Ormazabal sabe bien qué piezas funcionan en las calles de Bilbao. Ha dedicado 17 años –no consecutivos– a la gestión de un festival que ha evolucionado en diferentes direcciones. “Hemos mejorado en calidad”, asegura. “Los montajes son muchísimo más complejos y requieren horas, incluso un día, de trabajo”, apunta. La temática de los mismos también ha variado de manera sustancial, porque en esta última edición (también en la anterior) el texto tiene una presencia mayor.
Accesibilidad
Eso sí, quizá la accesibilidad es el aspecto en el que Kalealdia ha acusado una mayor evolución. Con el fin de acercar el teatro físico, la danza y el circo a todos los públicos, el festival ha incluido en el programa de esta edición 26 espectáculos accesibles. “Hemos empezado a trabajar este año para hacer Kalealdia accesible para personas con algún tipo de discapacidad. Así, hemos incluido intérpretes de signos, pictogramas y asegurado que quienes tengan movilidad reducida pueden acceder a los espectáculos. Queremos seguir trabajando en el tema de la accesibilidad para la próxima cita”, apunta Ormazabal. Dice, además, que su objetivo es continuar mejorando en este ámbito “y en el tema de la sostenibilidad” para hacer de Kalealdia un festival aún más seguro.