Joxan Lizarribar, el euskaltzale cosmopolita que apostó por la prensa en euskera

Presidente y gerente del grupo 'Berria'

La familia del euskera, el periodismo y la industria cultural -como él la veía- se vistió ayer de luto por la triste noticia. Las reacciones ante su muerte y las muestras de cariño hacia su familia fueron incontables durante toda la jornada. Las visitas al tanatorio de Rekalde donde reposaba su cuerpo se sucedieron a lo largo de la jornada. Desde los cantantes Ainhoa Arteta, Benito Lertxundi, Mikel Urdangarin…, al jeltzale Markel Olano, el literato Kirmen Uribe, el folclorista Juan Antonio Urbeltz y otras personas como Xabier Isasi, Andoni Mendiola, Mertxe Mujika, Edurne Brouard… Todos quisieron dar su último adiós a este euskalzale convencido.

"Emprendedor, trabajador, comprometido y cercano", así definió en titulares el periódico Berria a su compañero fallecido. Lizarribar nació en la localidad guipuzcoana de Altzo y formó parte del histórico grupo de danzas Argia, en el que conoció al antropólogo y folclorista Juan Antonio Urbeltz y donde contactó también con los integrantes del movimiento Ez Dok Hamairu. De joven, militó en EGI y tomó parte en un mitin del PNV en Anoeta, junto a Xabier Arzalluz y el gudari Gerardo Bujanda.

En 2000, se incorporó al consejo de administración de Euskaldunon Egunkaria. El cierre del diario por orden de la Audiencia Nacional dio lugar al nacimiento de Berria pocos meses después, en junio de 2003. Entonces, Lizarribar fue nombrado presidente de Euskarazko Komunikazio Taldea (EKT), la editora del diario rebautizado como Berria Taldea. Hasta su fallecimiento, el empresario ha calificado siempre el cierre de Euskaldunon Egunkaria como "un drama".

Antes de entrar en el sector de la comunicación, Lizarribar desarrolló una larga trayectoria profesional en el mundo de la empresa. Cuando entró en el consejo de Euskaldunon Egunkaria simultaneó el cargo con la gerencia de la empresa guipuzcoana Refractarios Kelsen en Aduna. Por su actividad profesional viajó por los cinco continentes, adquiriendo un conocimiento del mundo que le llevó a ser requerido por los periodistas para aportar claves sobre distintos asuntos internacionales. También fue contertulio del programa Firin-Faran de ETB-1.

Quien fuera director de la Euskal Liburu eta Disko Azoka de Durango Jon Irazabal destacó ayer la visión empresarial del finado. "El mayor mérito de Lizarribar fue su visión global del mundo comercial euskaldun. A su juicio, la cultura del euskera no es ajena al resto de la sociedad vasca. El idioma debe ser tratado también como empresa, concepto que para nosotros era incomprensible al verlo desde un concepto de Bellas Artes, romántico… Para él, euskera y cultura eran una", valoró el historiador iurretarra.

El ex consejero delegado de Euskaldunon Egunkaria Joan Mari Torrealdai, destacó la "valentía" de Lizarribar en 2003 quien "con Aznar como presidente español, se puso al frente de Berria, cuando todos pensábamos que se podría ir a la cárcel como ocurrió con Egunkaria. Se atrevió a presidir Berria".

Un hombre muy viajado

A juicio de Torrealdai, su excompañero de trabajo fue un hombre "muy viajado, quizás de los que conozco, el que ha visitado más países. Y lo hizo con un interés cultural y socioeconómico. Viajó por su trabajo y por vacaciones. Fue un hombre de empresa, gerente y antes director comercial", agregó.

Ese bagaje de curiosidad intelectual le hizo estar "aún más enraizado a su país", añadió Torrealdai. Le ayudaba a relativizar todo, "salvo Euskal Herria y el euskera". Era muy abertzale. "Era un melómano, amante de las artes, de la canción vasca y de la ópera. Podías verle viendo una ópera lo mismo en Donostia que en Nueva York", apostilla Torrealdai, quien concluye con que "en Egunkaria no tenía nuestro perfil en cuanto a la cultura. Él la veía como industria cultural y supo adaptarse a ella".

Joxan Lizarribar. (Foto: hitza)