Las danzas son parte importante de la cultura de un pueblo además de una actividad física que eleva el ánimo. Así, varias altsasuarras se propusieron aprender otros bailes, más allá de la jota y porrusalda aprendidas en la plaza. La idea gustó y se creó un grupo de una veintena de personas que desde hace unos meses acuden todos los viernes de 19.00 a 20.00 horas al gimnasio de Intxostiapunta. Mientras no encuentran un profesor, las dantzaris con más experiencia se encargan de enseñar al resto y cada una aporta lo que sabe.

Ayer salieron a la plaza al mediodía para bailar después del primer repique, una forma de animar esta tradición y también de visibilizar el grupo, abierto a todas las personas que tengan ganas aprender euskal dantzak y mantener viva la tradición dantzari de Altsasu.