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Josu y Edu ponen en danza a Barakaldo
Josu Gómez y Edu Molinos llevan toda una vida trabajando por la agrupación Ibarra-Kaldu
“Para nosotros, la agrupación Ibarra-Kaldu es parte de nuestra vida, es como nuestra segunda familia”. Esta frase es pronunciada con contundencia por Josu Gómez y Edu Molinos, dos baracaldeses de 53 y 42 años, respectivamente. Ellos son dos de los veteranos de este grupo que, en la actualidad, tiene las danzas como actividad estrella y que está a punto de cumplir medio siglo de vida.
Esta pareja ha crecido y madurado con este grupo, su vida está plagada de ensayos y momentos en la sede que la entidad tiene en Santa Teresa. “Hemos vivido y vivimos muchas cosas aquí”, explica Josu quien, en la actualidad, es el presidente de Ibarra-Kaldu. Ingresó en esta agrupación cuando tan solo tenía cinco años, por lo que lleva casi desde la fundación de la asociación. “Les veía ensayar y me encantaba. Un día me dijeron que si me apetecería bailar y hasta hoy”, explica Josu entre risas. En este tiempo, además de dantzari, ha enseñado a bailar a mucha gente y, ahora, dirige este grupo que nació como un punto de encuentro entre los vecinos de Santa Teresa. “Esto era como la casa de cultura del barrio. Aquí nos juntábamos, aprendíamos y conocíamos a gente”, recuerda Josu.
En ese punto de encuentro que era y es Ibarra-Kaldu cruzaron sus caminos Josu y Edu. El caso de este último es el ejemplo de cómo el sentimiento de pertenencia al grupo se traslada de padres a hijos y de hermanos mayores a menores. “Yo viví esta agrupación desde el mismo momento en el que nací”, reconoce Edu. En la actualidad, además de ser dantzari de Ibarra-Kaldu, también enseña a bailar a los adultos que se animan a aprender. Para este curso, calculan que serán alrededor de 40 las personas que participen en estas clases. Tanto las labores de presidencia como las de impartir clases requieren invertir tiempo. “Dedicamos unas 18-20 horas a la semana al grupo”, reconocen.
A través de esa labor diaria y callada han logrado que este grupo que, en la actualidad se centra en la cultura, haya podido crecer y crear un festival de música y danzas que se estrenó en 1997. “Queríamos hacer algo diferente y estable. Un conjunto de Gijón nos invitó a hacer un intercambio y de ahí surgió la idea de hacer un festival de danza y música. Quisimos dar protagonismo a la música porque muchas veces nos centramos en las danzas y se resta a la música la importancia que tiene en el folclore”, argumenta Josu. En este año 2015, este festival se hará a lo largo del puente de diciembre.
Mostrar la cultura La misión de Ibarra-Kaldu es la de mostrar la cultura vasca no solo en Barakaldo, sino más allá de sus fronteras. Así las cosas, Josu, Edu y otros dantzaris del grupo hacen una media de veinte actuaciones al año. “Gracias a la danza hemos viajado por toda la península, Baleares, Francia... Mostrar tu folclore y tu cultura fuera de Euskal Herria es precioso y muy gratificante. Además, a los espectadores les suele gustar muchísimo”, señala Edu. En todas esas actuaciones han tenido múltiples anécdotas y curiosidades. “Nos han pasado muchas cosas. Hemos roto mástiles de ikurriñas, se nos han roto los pantalones, se nos han caído los mismos pantalones... Tenemos muchas historias”, explica Josu.
Ibarra-Kaldu sigue escribiendo su historia y mostrando la cultura de Euskal Herria y este próximo fin de semana viajarán hasta la localidad alicantina de Villena para participar en un festival. “Saldremos el viernes a la noche, actuaremos el sábado y volveremos el mismo domingo, va a ser duro”, reconocen ambos. Pese a todo, no imaginan su vida sin este grupo. “Hemos intentado imaginarlo varias veces, pero nos es imposible”, reconocen Edu y Josu, dos baracaldeses que llevan la cultura en el alma.
Josu Gómez y Edu Molinos.
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